El proyecto de soterramiento de la línea de alta tensión que atraviesa el Puerto de Quequén y la posibilidad de que YPF instale una base de aprovisionamiento de combustibles para los buques son algunas de las principales iniciativas que existen en la terminal marítima bonaerense para ampliar su capacidad operativa, centrada esencialmente en la exportación de granos.
El presidente del Consorcio Puerto de Quequén, Jorge Álvaro, en diálogo con Télam, dijo que “el soterramiento de la línea de alta tensión eléctrica tiene que ver con la estructura portuaria. Hoy la línea sale de la usina eléctrica -ubicada en uno de los márgenes del puerto- y cruza el río, por lo que nos limita para cualquier expansión del muelle de buques de ultramar río arriba”.
“Hoy los barcos, por los tamaños que tienen, no pueden pasar por debajo de esa línea, entonces hay que sacarla cuantos antes de ahí para poder seguir expandiéndonos y creciendo”, agregó el funcionario.
De cara a la posibilidad de convertir en realidad este proyecto, una firma privada especializada inició los estudios técnicos correspondientes, para luego encarar el proceso de licitación correspondiente para llevar adelante la obra, con una inversión prevista de alrededor de US$10 millones.
En base a las proyecciones existentes, el Puerto de Quequén, considerado como el más profundo de la Argentina, con alrededor de 50 pies, seguirá creciendo en importancia durante la próxima década debido a que la producción granaria seguirá en aumento, en especial en las zonas productivas de su área de influencia.
“El soterramiento nos destrabaría el potencial crecimiento del muelle de la ribera Quequén sobre todo río arriba y en una zona que esta dragada a 50 pies, con lo cual tiene mucho potencial”, dijo Álvaro.
En la ribera de enfrente, del lado de Necochea, el soterramiento podría permitir que la superficie existente en torno al puerto pueda se utilizada para depósito de contenedores, algo que en la actualidad no es posible debido al tendido eléctrico existente que impide poner una grúa para maniobrar, explicó.
“Por eso es tan importante el soterramiento del tendido eléctrico. Sabemos que hay que invertir cerca de 10 millones de dólares, pero en pocos años se habrá amortizado” si se tiene en cuenta que cada barco que viene y carga se va y deja 100 mil dólares, acotó el presidente del Consorcio portuario.
La otra iniciativa que podría potenciar la actividad en el puerto bonaerense es la instalación de una base de aprovisionamiento de combustibles para abastecer a los buques.
“Tenemos a YPF que está interesada en instalar una base de aprovisionamiento de combustibles para buques, lo que sería otro gran atractivo para poder atraer más circulación de barcos, con lo cual es un tema que me interesa muchísimo”, sostuvo Álvaro.
“Hace 10 días estuvieron realizando diferentes relevamientos, además de los estudios de mercado que están llevando a cabo. Es algo que está encaminado, es una obra importante y en el medio plazo estaremos viendo alguien cargando combustible en el puerto de Quequén“, acotó con optimismo.
Por último, al referirse a las exportaciones de granos desde la estación marítima, Álvaro dijo que en lo que va de 2021 los envíos crecieron 7,5% contra el total de los despachos concretados durante todo 2020, con un volumen de 6.925.018 toneladas frente a 6.448.192 toneladas del año pasado.
“Estamos en un mes (noviembre) en que en general y si nos fijamos en años anteriores es de poco movimiento, y es porque se termina el maíz y la soja y empieza la espera por el trigo y la cebada. Acorde al clima podemos tener trigo y cebada a partir del 10 o 12 de diciembre o para enero. De hecho por eso en general enero suele ser un mes récord”, dijo el directivo.
Al ser consultado sobre la bajante del río Paraná y si esta situación benefició las exportaciones desde el Puerto de Quequén, Álvaro dijo que “si bien hubo un poco más de movimiento, no se registraron grandes saltos, grandes cambios como para que sea visible en la estadística”.
“Yo considero que la bajante ha beneficiado más a Bahía Blanca que a Quequén. Si hubiera habido un impacto muy visible en la estadística, yo tendría una respuesta bien precisa, pero como no la hubo, no hemos buscado la información finita”, concluyó.