Seis artistas de Necochea, con la Dirección Técnica de Hernán Ricaldoni, se encuentran abocados al final de la restauración del Mural Reflejos en la Escollera Sur de Puerto Quequén.
“Es la tercera vez que se restaura desde su obra original en 2008. Es un trabajo que se hizo por última vez hace tres años y hoy lo estamos repitiendo para dejar en óptimas condiciones a un mural que es patrimonio cultural de la Nación”, explicó Ricaldoni.
La obra de la Escollera Sur se debe restaurar con frecuencia debido a su desgaste, por la variabilidad de temperaturas y la exposición combinada al agua del mar, el viento y los rayos solares.
“Es una maravilla poder mantenerlo así y que el Consorcio genere las condiciones para que nuestro patrimonio se preserve. Estamos muy agradecidos con Arturo Rojas, porque ha sido muy expeditivo, pero a la vez muy abierto a nuestras propuestas. También hemos intervenido CORELOCS y la idea es ir convirtiendo al lugar en una galería de arte dentro del mar”, resaltó el Director de la tercera restauración.
Hernán Ricaldoni, Sebastian Serqueira, Lis Osma, Marilyn Maidana, Eliana Jaureguibehere y Leandro Paolini Somers llevan trabajando 40 días para que la obra de 180 metros de largo por 5,5 de alto mantenga su estado original.
“Primero hidrolavamos, quitando los restos de pintura suelta y dejando los rastros del dibujo anterior. Se fija todo el material con sellador y se vuelve a dibujar con blanco. Y desde este blanco, los colores salen con su mayor potencia”. Cuando los colores tienen su última mano, se les da un barniz para mejorar la durabilidad.
El mural de 1.044 metros cuadrados es obra de la artista plástica Jaquelina Abraham, ganadora del concurso abierto nacional organizado por el Consorcio de Gestión de Puerto Quequén y el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires.
El artista plástico Hernán Ricaldoni remarcó que “es una tarea bastante ardua, por el lugar extremo donde se encuentra la obra. Por suerte contamos con el asesoramiento de la autora, Yaqueline Abraham; y también de los técnicos de la pinturería que nos provee los materiales. Pero tenemos que estar todo el tiempo supeditado a las cuestiones climáticas. Cuando hay viento y arena, no podemos trabajar los barnices ni algunos colores. Pero estar mar adentro también tiene su encanto, que lo convierte en una gran desafío”