Meteorólogos del Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (Inidep) llegaron a la conclusión que un meteotsunami fue el golpeó a la costa sur de Mar del Plata el jueves de la semana pasada y causó grandes destrozos en balnearios del Alfar y Punta Mogotes de esa ciudad.
Científicos del Gabinete de Oceanografia del Inidep realizaron un análisis en profundidad de las condiciones meteorológicas que se registraron el jueves a la madrugada y determinaron que se trató de un meteotsunami, un fenómeno climatológico que consiste en una serie de ondas oceánicas destructivas que tienen las mismas escalas temporales y espaciales que los tsunamis, pero más suave.
Entre la tarde del miércoles 7 y el jueves 8, el sudestes de la provincia de Buenos Aires se vio afectado por el pasaje de un frente frío que generó tormentas, algunas localmente intensas, que se propagaron hacia el este. “Esto sugiere que podrían haberse dado las condiciones para la ocurrencia de un meteotsunami”, indicaron.
Los científicos se encargaron de aclarar que los meteotsunamis no son frecuentes en la latitud de Mar del Plata, “ya que la dirección, velocidad de propagación, amplitud y periodicidad de las perturbaciones de presión deben sobrepasar, en conjunto, determinados umbrales”.
Los profesionales también advirtieron que los daños ocurridos en los balnearios podrían haber sido mayores si el fenómeno hubiese tenido lugar durante una pleamar, pronosticada para ese día a las 07:09 con una altura de 1.49 metros.
La posibilidad de que se tratara de un meteotsunami ya lo había adelantado Federico Isla, investigador del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y profesor en la Universidad Nacional de Mar del Plata (Unmdp), que también barajaba la hipótesis de que fuera un deslizamiento subacuático, sin la necesidad de producirse un terremoto.
El fenómeno ocurrió el jueves 8 de diciembre a las 2.27, justo en el día de inicio del fin de semana largo, y quedó captado por las cámaras de seguridad del baleario Mariano. Tres olas, una de mayor impacto, invadieron por completo el sector de carpas y llegaron a metros del edificio del complejo arrasando con mesas, sillas, lonas, tachos de basura y todo lo que se encontraba en el camino.
En el lugar se constató la rotura de 15 lonas, 12 mesas y varias sillas, aunque no fue el único balneario de la zona del Faro y Punta Mogotes que se vio afectado por el arrollador paso de lo que se creía que era una ola gigante.
En La Restinga, ubicada sobre la Ruta 11, también sufrieron varias pérdidas materiales. La fuerza del oleaje dañó lonas, palos, muebles de plástico, generó grandes destrozos en los pasillos y hasta quebró los blindex que delimitan la piscina.