El hombre que intentó asesinar a Cristina Fernández de Kirchner, Fernando André Sabag Montiel, y su novia Brenda Uliarte planeaban alquilar un departamento en el barrio porteño de Recoleta que les permitiera una vista limpia hacia la propiedad de la dos veces primera mandataria de la Nación.
La información fue detectada en el teléfono celular de la detenida Uliarte y surge de mensajes de audio que se envió con el agresor, al que además acompañó hasta la zona de Juncal y Uruguay el 1° de septiembre último cuando intentaron dispararle en la cabeza a Fernández de Kirchner.
En la causa hay una tercera detenida -Agustina Díaz- que, según surge de la investigación judicial, le reprochó a Uliarte a través de mensajes de texto que el atentado hubiera salido mal y le recomendó que se deshiciera de su teléfono celular para ocultar cualquier prueba incriminatoria.
Télam pudo averiguar de fuentes seguras que Díaz habló con Uliarte los días previos al intento de atentado sobre las mecánicas posibles para ejecutar el magnicidio de la vicepresidenta Fernández de Kirchner.
La tercera imputada en el caso, además, le reprochó a Uliarte, con insultos, que hubiera enviado a Sabag Montiel a ejecutar el asesinato y se preguntó si fue porque se puso nervioso que no logró su cometido.
La información que comprometió a Díaz hasta el punto de que fuera ordenada su detención surgió del celular de Uliarte, quien la tenía agendada como “Amor de mi vida” y solía compartir expresiones de odio, según detallaron a esta agencia las fuentes de la investigación.
La detención de Díaz se produjo en el partido bonaerense de San Miguel, en el marco de una serie de operativos ordenados por la jueza federal María Eugenia Capuchetti y llevados a cabo por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA).
En el allanamiento en el que se produjo la detención se secuestraron tres teléfonos celulares, de los cuales solo uno estaba activo, informaron las fuentes consultadas.