El ex director del Irurzun hizo su descargo a través de las redes sociales
“Los hechos no sucedieron como los relataron, se basaron en una sola versión con una clara intención de perjudicarme”, expresó Nicolás Salguero, respecto del episodio que derivó en su desplazamiento como director del Hospital “José Irurzun” de Quequén.
El kinesiólogo subrayó que será la Justicia la que determinará si le cabe responsabilidad o no en el hecho denunciado. No obstante, afirmó” Ya me siento condenado socialmente”
Salguero fue apartado de su cargo el jueves último a través de un decreto firmado por el intendente Arturo Rojas y los secretarios de Gobieno, Jorge Martínez, y de Salud, Ruth Kalle. Se aludió a violencia con connotaciones sexuales, en perjuicio de una empleada administrativa del hospital.
Dos días antes Salguero había sido protagonista del acto de inauguración de la nueva guardia del Hospital Irurzun, que él impulsara, siendo nexo con la empresa que aportó una millonaria suma de dinero para que la obra se hiciera realidad.
El kinesiólogo cuestionó tanto al Sindicato de Trabajadores Municipales, que se hizo eco de la denuncia de una afiliada, como a la CICOP, por no haberse puesto en contacto con él para escuchar su versión de los hechos, considerando haber sido víctima de una injuria.
Textualmente, Salguero publicó este lunes en su cuenta de Facebook:
“Estoy pasando uno lo de los momentos más difíciles y horribles de mi vida, viendo que todo lo que he construido con tantos de años de esfuerzo se ha desmoronado. Que con todo lo que han hecho con mi persona,- denunciarme e injuriarme en los medios y en las redes sociales-, me veo en la necesidad de expresar que los hechos no sucedieron como los relataron, se basaron en una sola versión con una clara intención de perjudicarme.
Que por el presente no voy a dar precisiones de lo ocurrido ya que para ello existe otro ámbito, que es la justicia, en la cual ya me he puesto a disposición. Lo que si voy a manifestar es que lo revelado por la supuesta víctima se trata de hechos que carecen de veracidad tornando la cuestión de características penales, cuando en realidad no existió ningún acto ilícito de mi parte. Se dijo además que había admitido los hechos denunciados, situación que nunca sucedió. Nadie solicitó mi versión de los hechos.
Que lo denunciado no sólo causó daño en mi persona, sino también la exposición y humillación de mi familia, amigos, compañeros de trabajo, y en especial hacen perder valor a todo lo bueno que se realizó en mi dirección a cargo del Hospital Municipal de Quequén.
Que no me causa sorpresa que el Sindicato de Empleados Municipales –Necochea haya apoyado tamaña mentira, ya que cuando asumí la función pública y durante mi gestión como Director del Hospital Municipal Irurzun de Quequén, fueron críticos de mi accionar por no conceder sus peticiones que a mi entender no correspondían
Ahora es inentendible que el sindicato que debería defender mis derechos (Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de la Provincia de Buenos Aires – CICOP ), ni siquiera se haya puesto en contacto conmigo ante tamaña injuria, tomando posición y juzgando a mi persona en las redes sociales.
La justicia dirá si me cabe responsabilidad o no, aunque en realidad ya me siento condenado socialmente.
Hoy convivimos en una sociedad que lucha por la igualdad, y es genial, porque la comparto; pero hemos ido perdiendo otros valores como dignidad, honestidad, sinceridad, humanidad, entre otros. Solo pretendo que la justicia actué con ese nivel de igualdad que toda la sociedad pretende y sabiendo que el daño que he recibido ya es irreparable y que es una condena en sí mismo”.