Con el paso de las horas quedó resuelto el misterio originado a partir de la aparición, en la puerta de un conocido salón de fiestas bahiense, de una pierna ortopédica.
La curiosa situación fue expuesta, por Rodrigo Córdoba, uno de los titulares del histórico espacio de eventos, quien señaló: “Es un hecho extraño y bizarro”. El comerciante describió que la prótesis contaba con una sandalia colocada, lo que le llamó aún más la atención.
“Se encuentra en muy buen estado, pero sería extraño que alguien la haya extraviado”, planteó y advirtió que el objeto quedó en el salón de Azara al 1000, por si el dueño desea recuperarla.
Camila es nieta de la mujer, ya fallecida, propietaria de la prótesis que apareció en la vereda del salón de eventos que está enfrente del Parque Independencia.
“Estuve toda la mañana riéndome. Me daba cosa que la gente pudiera pensar que fuera de alguien y no me daban las manos para buscar el teléfono y llamar para aclarar”, comenzó explicando la joven.
Dijo que todo comenzó cuando, realizando limpieza en la casa de su abuela, sacaron a la vereda varias bolsas tipo consorcio, conteniendo elementos que no pensaban guardar tras el fallecimiento de su abuela, tres años atrás.
“La pusimos en bolsa de consorcio negra para que no sea vea y le hicimos dos nudos. No sé si alguien revisó las bolsas y dejó la prótesis, o qué fue lo que pasó. Buscamos en su momento la posibilidad de dar con alguien que le sirviera, pero es una prótesis a medida que seguramente no le sirve a nadie más”, comentó.
Camila indicó que su abuela usó prótesis muchos años y que, un elemento de estas características, “tiene una vida útil”. “La silicona se gasta y cada prótesis es distinta. Esta no tenía movilidad. Por lo que estuve investigando, no hay quién se dedique a reciclar”, agregó.
“Hemos pasado toda la mañana llorando de la risa. Es como tragicómico”, expresó y aclaró que “si hacemos otra limpieza, pensaremos bien qué es lo que tiramos”.
La Brújula 24