Las vacaciones que Maximiliano Conca había soñado pasar con su novia en Viña del Mar, al borde del Océano Pacífico, se convirtieron en una pesadilla. El turista tucumano de 40 años sufrió un infarto este domingo mientras manejaba por la costa chilena y chocó el auto. Por suerte un hombre los ayudó y los llevó al centro médico más cercano: el Hospital Naval, una clínica privada donde le salvaron la vida y que ahora le reclama unos 650.000 pesos de gastos médicos.
Según explicó su hermana Agustina al diario Clarín, Conca tenía antecedentes cardíacos pero no había contratado ningún tipo de asistencia al viajero porque le pareció innecesario ya que se iba por pocos días. Un error que sumió a su familia en una situación económica muy complicada.
Sufrió un infarto agudo de miocardio
En la clínica le diagnosticaron un infarto agudo de miocardio y le colocaron tres stents. El hombre sigue internado y su familia pide ayuda para que lo trasladen a la Argentina en un avión sanitario, porque no pueden pagar el costo de más estudios y de una eventual nueva cirugía. Según explicaron, la internación en la clínica cuesta “70.000 pesos por día”.
“Necesitamos trasladarlo urgente a territorio argentino porque es imposible costear los días de internación ya que no le van a dar el alta hasta dentro de 45 días. Esto, más los estudios y una posible cirugía para reparar la lesión sería imposible de pagar”, explicó Agustina al sitio eltucumano.com. La joven comenzó una campaña por las redes sociales para pedir ayuda.
“Hoy ya se levantó de la cama, está de buen ánimo. Que es lo importante”, indicó su hermana.
“Por medio del Consulado están tratando de ubicarlo en algún hospital público que tenga convenio con la Argentina para que no sigamos pagando esas sumas de dinero”, contó Agustina.
A Chile también viajaron la madre y el hermano de Maximiliano para acompañarlo y pagar por la internación, “porque no querían brindarle atención médica sin el dinero“, detalló la joven.
“Queremos primero hacerle un eco doppler acá (por la Argentina) y después evaluar si no necesita una nueva intervención quirúrgica”.
“En un principio, nos habían dicho que la provincia había autorizado un avión sanitario y que sólo restaba la autorización desde Presidencia de la Nación para que se efectuara el viaje. Todavía no hay nada concreto. El avión está en Tucumán“, aclaró Agustina.
“Después de vueltas y vueltas —agregó—, nos terminaron revelando que se trataba de un avión de evacuación que podría ser acondicionado para convertirse en sanitario. Además, pudimos comprobar que ni siquiera fue hecho el expediente con el pedido del avión. En teoría, ahora dependemos de la buena voluntad de la provincia de Tucumán para costear el acondicionamiento [de la aeronave], pagar el combustible y pagarle al piloto”.
Desde el gobierno de Tucumán, indicaron que “el avión sanitario está a disposición del tucumano internado en Chile” pero “esperan la autorización de Cancillería”, según indicó el ejecutivo médico del Sistema Provincial de Salud (Siprosa), Gustavo Viglio.
“Como todos saben, en otros países la medicina es muy cara, por lo que se recomienda pagar un seguro, que no es muy caro y permite estar seguros fuera de nuestras fronteras”, comentó el funcionario.
Antecedentes cardíacos
Maximiliano, arquitecto de profesión, ya había sufrido un infarto hace dos años y desde entonces había cambiado sus hábitos. Dejó de fumar y se cuidaba con la comida.
Según contaron sus familiares, el joven había dejado de tomar la medicación un año atrás y al sentir un malestar comenzó a tomar aspirinas.
El día del infarto en Chile, había comido una hamburguesa. Antes de descomponerse, sintió un fuerte dolor en el brazo izquierdo y una transpiración fría repentina mientras estaba al volante.