En la noche de ayer domingo, los fieles recorrieron las calles de la Villa Balnearia con la virgen de Lourdes, en el marco de las fiestas patronales bajo el lema “Me miraste, me llamaste y aquí estoy”.
Procesión en la Villa Balnearia:
Pasadas las 21, luego de la misa, la procesión con la virgen y casi una cuadra de fieles, se dirigió hacia la costa donde se realizó, como todos los años, el Rosario Gigante Iluminado.
La virgen de Lourdes se apareció ante una joven pastora llamada Bernadette Soubirous en varias ocasiones en los montes del Pirineo francés, junto al río Gave de Pau.
En 1858, cuatro años después de que la Iglesia católica estableciese el dogma de la Inmaculada Concepción de la Virgen, que decretaba que la madre del Señor estaba libre de todo pecado, Nuestra Señora de Lourdes se apareció en la gruta de Masabielle, un lugar que se convirtió en enclave de peregrinación para todos aquellos que acuden a visitar el santuario de Lourdes para encomendarse a la Virgen.
Según el catolicismo, hasta en 18 ocasiones, la Virgen visitó a Bernadette Soubirous para asegurarse de que se llevase a cabo una capilla en su honor, para que los cristianos pudieran acudir en procesión. Aunque desde un principio hubo visitas a la gruta, no fue hasta que el obispo de la época de Tarbes-Lourdes dispuso oficialmente que la Iglesia creía en la veracidad de las apariciones de la Virgen cuando se impulsó la edificación del santuario en Francia.
La cueva en la que se presentó Nuestra Señora de Lourdes ante Bernadette Soubirous recibe peregrinaciones, durante las cuales se organizan congresos a los que pueden acudir los fieles. Entre los gestos que tradicionalmente realizan los peregrinos ante los pies de María en la gruta de Massabielle, se suelen encender velas y tomar agua bendita de la fuente.
(Fotos y video: Marita Daniele)