Para algunos es parte de un ritual y para otros un momento de ayuno relacionado con la muerte y resurrección de Jesús. Lo cierto es que, más allá de las creencias, el pescado es un clásico de la Semana Santa que se inicia el próximo jueves.

Valores del pescado para Semana Santa

TsnNecochea consultó a Roque Bruno, de la pescadería Santa Cecilia, donde la demanda ya se ha vuelto interesante respecto a este producto, para conocer los valores de las distintas especies como así también de las comidas ya elaboradas que se ofrecen en el comercio.

Según indicó Bruno la lista de precios es la siguiente:

  • Filet de Merluzza sin espinas: $ 1500 el kilo
  • Palomito: $ 1500 el kilo
  • Pez Palo: $ 1400
  • Pollo de Mar: $ 1500
  • Rabas: $ 2500 el kilo de tubos
  • Cornalitos: $ 1500
  • Bacalao de Pez Ángel: $ 3500 el kilo
  • Milanesas de Merluza: $ 1600 el kilo y $ 1800 recién cocinadas.
  • Empanadas de vigilia: $ 200 cada una.

 

¿Por qué se come pescado en Semana Santa?

En Semana Santa, una de las tradiciones más arraigadas entre los católicos​ es la de no comer carne, especialmente las carnes rojas como la de vaca. Tal es así que esto va de la mano de la costumbre de comer pescado, cuyo consumo suele aumentar en estas fechas. Una de las preguntas más recurrentes es por qué no se puede comer carne roja en Semana Santa. La costumbre se basa en un mandato católico, también presente en otras religiones, que tiene su origen en la práctica del ayuno como signo de penitencia y purificación.

Este periodo sagrado del catolicismo se inicia con el Domingo de Ramos y concluye el Domingo de Resurección. Durante este lapso de tiempo, los fieles continúan respetando ciertas tradiciones como el no comer carne roja durante los seis viernes de cuaresma, incluido el Viernes Santo, así como el Miércoles de Ceniza. La Biblia, el libro sagrado para los cristianos, da cuenta de esto tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, donde se relata el ayuno de figuras importantes como Moisés o el propio Jesucristo, que pasó cuarenta días en el desierto sin alimentarse según el evangelio de San Mateo.

Históricamente, la Iglesia estableció como precepto la abstinencia de carne para dos días específicos en el año: el Miércoles de Ceniza, que da comienzo a la Cuaresma que anuncia la Semana Santa y el Viernes Santo, cuando se recuerda la muerte de Jesucristo. No obstante, muchos fieles observan este rito todos los días viernes del año.