Tras alcanzar un acuerdo con el staff técnico el Fondo Monetario Internacional (FMI) para la refinanciación de la deuda de 45.000 millones de dólares, contraída en 2018 por el ex presidente Mauricio Macri, el Gobierno enfrenta ahora otro desafío: la aprobación del proyecto que esta semana debatirá la Cámara de Diputados.
Todo comenzará este lunes con la exposición del ministro de Economía, Martín Guzmán, ante la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara baja. El titular del Palacio de Hacienda estará acompañado por el jefe de Gabinete, Juan Manzur, el titular del Banco Central, Miguel Pesce; el secretario de Hacienda, Raúl Rigo, y el representante argentino ante el FMI, Sergio Chodos, entre otros funcionarios. Luego, asistirán representantes sindicales y empresarios. La Casa Rosada espera que el proyecto obtenga dictamen este miércoles y sea tratado en el recinto el jueves o, a más tardar, el viernes.
El principal desafío del Frente de Todos es conseguir los votos necesarios para obtener la aprobación del proyecto. Para ello, debe, primero, sortear las diferencias internas dentro del oficialismo. En el interior del frente gobernante, el sector más radicalizado -cercano al kirchnerismo- resiste el convenio y pone reparos a los resultados de la negociación llevada adelante por el equipo económico.
“Soy moderadamente optimista. Vamos a trabajar para que este proyecto salga. El compromiso del bloque que presido es acompañar al presidente de la Nación. Sabemos que hay miradas internas distintas. Priorizamos la unidad en la diversidad de las opiniones”, dijo el titular del bloque oficialista en la Cámara baja, Germán Martínez, quien asumiera en febrero pasado tras la renuncia de Máximo Kirchner a la presidencia del bloque, justamente, en rechazo al acuerdo con el organismo internacional de crédito. La clave pasa por ver cómo votarán los legisladores más reticentes a acompañar la norma.
En Juntos por el Cambio, en tanto, también existen las divergencias. Mientras la UCR y la CC mantienen una postura más “responsable”, los ‘halcones’ del PRO se muestran más críticos con el acuerdo: aseguran que se trata de un “puente” hasta 2023 y señalan que no incluye reformas estructurales. “El acuerdo con el FMI es una bomba de tiempo que le explota en la cara al próximo gobierno”, dijo este domingo el titular del bloque PRO en Diputados.
No obstante, en la coalición opositora existe un consenso: no empujar al país hacia el default que implicaría no pagarle al Fondo Monetario Internacional.
Tras la discusión en Diputados -siempre y cuando se apruebe el proyecto-, llegará el debate en el Senado. Todo en dos semanas clave que pueden definir el rumbo de la segunda etapa del Gobierno de Alberto Fernández.