La continuidad de actos de vandalismo en la ex sala de primeros auxilios ubicada en la costa de Quequén no se detiene, por el contrario, en las últimas horas el lugar fue objeto de nuevos daños y la sustracción de elementos.

El edificio como los sanitarios contiguos se encuentran en un avanzado estado de deterioro desde que dejó de prestar funciones hace dos temporadas a residentes y turistas, situación que con el correr del tiempo aprovecharon desconocidos que literalmente arrasaron con todo instrumental médico, mobiliario y medicamentos.

En las últimas horas las instalaciones sufrieron el robo de las puertas de acceso como así también fueron arrancados parantes de madera que cumplían la función de sostener una media sombra.

“Se van a llevar el techo, que es lo único que queda”, expresó un vecino que se detuvo en el lugar para observar con indignación lo sucedido.

El panorama de destrucción se completa con la presencia de residuos que rodean a dos antiguos escritorios y una pequeña pileta lava manos. Algo similar sucede en lo que otrora fueran los baños públicos donde no existen sanitarios y el olor nauseabundo se torna insoportable.

Como recuerdo de otros tiempos, en la pared exterior se conserva una placa que refiere la donación de la propiedad por parte de un matrimonio para el fin que cumplió durante varias décadas. Se puede leer Fanny R de Marcovich y Marcos Marcovich, febrero de 1954.

A pocos metros se encuentra lo que en su momento fue el balneario Quequén, también varias veces vandalizado, con la particularidad que la acumulación de arena ya cubre gran parte de la ruinosa construcción.

Episodios como los mencionados son cada vez más frecuentes tanto en espacios públicos como dependencias de organismos oficiales. Una vez más y ante la pasividad de las autoridades, los inadaptados de siempre lograron salirse con la suya.