El Taller Protegido funciona y es sostenible en el tiempo gracias a una articulación muy interesante entre la Municipalidad de Necochea, la Provincia de Buenos Aires y una Asociación de Padres que funciona a modo de Cooperadora. Allí, 39 jóvenes y adultos con discapacidad están embarcados en un emprendimiento productivo que los ayuda a incluirse en la sociedad.
Todos los días hábiles de la semana, un grupo de 39 jóvenes y adultos con discapacidad dejan de lado sus actividades recreativas para abocarse al trabajo, generando un emprendimiento productivo que los ayuda a incluirse en la sociedad y adquirir distintas habilidades que les son útiles para desenvolverse, luego, en lo cotidiano y en el trato con su entorno.
Este proyecto funciona y es sostenible en el tiempo gracias a una articulación muy interesante entre la Municipalidad de Necochea, la Provincia de Buenos Aires y una Asociación de Padres que funciona a modo de Cooperadora, dando vida al Taller Protegido Municipal “Senderos de Luz”.
En el edificio ubicado en calle 52 al 3024, los integrantes de este espacio doblan y pegan bolsas de papel para imprimirlas con el logo de los negocios que confían en ellos, cortan sobres que luego serán utilizados para que los pacientes de distintos institutos se lleven sus placas radiográficas o por estudios de abogados y contables.
Asimismo, en el piso superior se fabrican bolsas de nylon para los edificios de consorcio y, desde hace poco, se ha sumado un nuevo rubro a las tareas de todos los días: el de lavandería. En un cuarto que antes era depósito se lavan acolchados y frazadas a pedido, con retiro del domicilio y entrega al mismo de manera totalmente gratuita.
“Senderos de Luz no es una guardería, no es un centro de día, no es un hogar. Es una institución donde se viene a trabajar, esa sería su funcionalidad, ese es el eje fundamental del taller”, explicó Mauricio Varela, su director.
Sobre la especialidad del emprendimiento que permite a sus participantes integrarse a la sociedad a través de su propio esfuerzo, el también docente señaló que “este taller está volcado a lo que sería una imprenta, ese sería el rubro mayoritario”, para lo que posee un área dentro del edificio que es el negocio, hacia donde se pueden acercar los comercios, empresas o particulares interesados en adquirir alguno de los productos que allí se fabrican.
También se puede hacer este intercambio con los integrantes del taller a través de WhatsApp: “Nosotros les mandamos un muestrario y los precios; siempre todo manejado por los muchachos”. Además, “utilizamos mucho el delivery, porque el envío va sin cargo y a ellos les sirve para manejarse en la sociedad”.
“Nosotros como docentes trabajamos en la funcionalidad del taller, pero lo que es el manejo del negocio tratamos de que lo hagan ellos”, remarcó el titular de Senderos de Luz, revelando que “de acuerdo a la capacidad de cada uno” de los miembros, se forman distintos grupos -ventas, atención, fabricación, imprenta, reparto- para que todo sea vehiculizado por sus protagonistas.
En el Taller Protegido Municipal, los participantes no solo aprenden un oficio y dedican parte de su tiempo a una actividad productiva, sino que practican, continuamente, distintas pautas de convivencia. “Al margen de las normas de trabajo, de respetar un horario de entrada y uno de salida, o de respetarse acá adentro de la institución, lo que yo mejor veo es el manejo dentro del conocimiento de la ciudad, donde pueden aprender a tomarse un micro, a comportarse en la sociedad, y a convivir con la comunidad desde otro rol”, observó Varela.
Cómo funciona Senderos de Luz
“El taller tiene un convenio económico con la provincia de Buenos Aires, que manda al Municipio el dinero para sustentar desayuno almuerzo y algunos servicios, como luz, gas y teléfono. Luego, hay una asociación de padres que maneja la Cooperadora, y el dinero que ingresa se utiliza para volver a comprar materia prima, destinar a las necesidades del taller o a la compra de alguna maquinaria, o para algún nuevo proyecto que surja”, detalló el director, para subrayar la importancia de la administración local en el entramado que sustenta este proyecto.
“Nosotros estamos convencidos de que, si no fuera por la Municipalidad, que administra el convenio que manda la Provincia y se hace cargo del mantenimiento de todo el personal, que no es poca cosa, no estaríamos funcionando. Hoy, funcionamos como funcionamos gracias a esta combinación”, destacó para terminar.