Si bien muchos lo adjudican al cambio de políticas de privacidad de Whatsapp, la mayoría de usuarios nuevos son norteamericanos, donde las redes de Zuckerberg censuran a los partidarios de Trump.
*Por Horacio Minotti. Director Ejecutivo de Trust Consultora. La red social y servicio de mensajería instantanea Telegram, venía creciendo hace tiempo. Muchos usuarios, sospechaban de la privacidad de los mensajes enviados por la red que todavía mantiene la supremacía entre los usuarios: Whatsapp.
Durante 2020, Telegram registró un incremento de unos 1,5 millones de usuarios diarios, lo cual implica un crecimiento exponencial y a la vez, un síntoma.
Whatsapp forma parte del conglomerado que dirige Mark Zuckerberg, junto con Facebook e Instagram, que empezó a ser sospechado sobre el uso de datos privados, desde que el affaire con Cambridge Analytics explotó en el Congreso norteamericano, cuando se acusó a Zuckerberg de brindar datos privados a tales empresas, justamente para influenciar en la campaña de Donald Trump.
El proceso de deterioro en la credibilidad de estas plataformas tuvo procesos diferentes en cada una, por sus propias características. Facebook es un red utilizada por presonas de mediana edad para arriba, fue abandonada hace tiempo por los jóvenes y las cuestiones técnicas sobre privacidad no están al alcance de muchas personas mayores, a las que además les resulta engorroso estar “saltando” de red en red.
Por su parte, Instagram es una red utilizada por gente mas joven y básicamente para esparcimiento e incluso, cierta actividad comercial, donde la impronta es la imagen.
Pero Whatsapp es utilizada para comunicarse, en muchos casos las comunicaciones requieren cierto grado de privacidad personal y hasta comercial y empresarial, y es allí donde el servicio de Zuckerberg, presenta más dudas.
Esto determinó el crecimiento de Telegram y otras redes como Signal, recomendada por el multimillonario Elon Musk. Telegram tiene mas historia y mas antecedentes que Signal y la idea general es que sus comunicaciones ofrecen mayor y mejor seguridad, probablemente por ello la gente se haya volcado masivamente a dicho servicio de mensajería.
Whatsapp es utilizada para comunicarse, en muchos casos las comunicaciones requieren cierto grado de privacidad personal y hasta comercial y empresarial, y es allí donde el servicio de Zuckerberg, presenta más dudas.
El emprendedor ruso Pavel Durov, fundador de Telegram, comunicó que en la primera semana de enero la red superó los 500 millones de usuarios. “La gente ya no quiere cambiar su privacidad por servicios gratuitos. Ya no quieren ser rehenes de los monopolios tecnológicos que parecen pensar que pueden salirse con la suya siempre que sus aplicaciones tengan una masa crítica de usuarios”, dijo. “Aquellos de ustedes que han usado Telegram durante los últimos años saben que hemos sido consistentes tanto cuando se trata de defender datos privados como de mejorar nuestras aplicaciones”, concluyó.
La censura en Whatsapp colaboró activamente con el crecimiento de Telegram, al punto que los 25 millones de usuarios que se incorporaron a esta última, en solo tres días, esta relacionado con la censura masiva que la red de Zuckerberg impuso a los partidarios de Donald Trump en los Estados Unidos, para que no puedan comunicarse entre sí. Whatsapp ha cerrado miles de cuentas para impedir estas comunicaciones. Ha censurado al presidente norteamericano además, en Facebook e Instagram. La gente busca comunicarse, saber que piensan los demás, intercambiar ideas, y buscan alternativas con prestigio: Telegram es la más reconocida.
La censura en Whatsapp colaboró activamente con el crecimiento de Telegram, al punto que los 25 millones de usuarios que se incorporaron a esta última, en solo tres días, esta relacionado con la censura masiva que la red de Zuckerberg impuso a los partidarios de Donald Trump en los Estados Unidos.
Asimismo, es importante que quede algo claro: si Whatsapp esta en capacidad de saber quienes son las personas que se comunican en relación a las ideas del presidente Trump o la toma del Capitolio hace unos días, es porque alguien está leyendo los mensajes, su contenido, existen robots que detectan determinadas palabras al menos, lo que permite seleccionar que cuentas censurar. Esto es evidente.
Por otro lado, Whatsapp anunció cambios rotundos en su política de privacidad a partir del 8 de febrero, que generan aún mas sospechas. Los datos serán compartidos con Facebook datos relativos amensajes de negocios, lo cual quita toda privacidad a los mensajes, nadie sabe cuantos sabrán que estamos diciendo y para que usarán esa información.
Si Whatsapp puede cerrar las cuentas de los partidarios de Trump, es porque los mensajes no son privados, están vigilando los contenidos.
El proceso es el inicio del fin de una era, la de las redes de Zuckerberg dominando el mundo. Tiene lógica. El espíritu de las redes sociales es la libertad, la anarquía. Cuando un monopolio empresario controla tan alto porcentaje de las comunicaciones, la sociedad se revela contra ese monopolio del mismo modo que los hace frente a los controles estatales, y las comunicaciones se anarquizan, la gente aprende, el monopolio de la mensajería no va a pasar a Telegram, también crecerá Signal y otras, y el universo de las comunicaciones por servicio de mensajería será múltiple.
Usted deberá esperar que le lleguen mensajes de un cliente por una red y de un amigo por otra, y seguramente, de su padre, por otra. Avanzamos hacia un largo período sin monopolios en el servicio de mensajería.