El vicepresidente del Banco Nación, Matías Tombolini, afirmó que la refinanciación del saldo de las tarjetas de crédito de abril último definida por el Banco Central “es una herramienta positiva” para aliviar la carga financiera de las personas, pero aclaró que “no es un subsidio, sino un crédito voluntario”.
“La refinanciación del saldo, sin ningún lugar a dudas que es una herramienta positiva”, señaló Tombolini a radio La Red, al tiempo que puntualizó que “no es un subsidio, es un crédito voluntario”.
Además, aseguró que la refinanciación “representa un 35,7% en un año” de interés sobre el saldo deudor.
El funcionario explicó que “para aquellos que querían, el pago del saldo de la tarjeta de abril se pasó tres meses para adelante”, y añadió que esa deuda “se refinanció a un año, en nueve cuotas”.
Remarcó que se establecieron “tres meses de gracia en capital e intereses, durante los cuales no se pagó nada” de la deuda de abril.
De todos modos, explicó que en el plazo de gracia “se acumularon intereses de $ 35,83 por mes por cada $ 1.000 que totalizan $ 108 por cada $ 1.000 en tres meses, que se prorratearon en forma directa a lo largo del año”.
“Desde el cuarto mes y hasta el número 12 se pagan capital e intereses por el sistema francés, donde se empiezan pagando más intereses y menos capital adeudado, y luego se pagan menos intereses y más capital”, indicó Tombolini.
Aclaró que “el IVA es sobre los intereses”, y añadió que “por eso el monto final de la cuota varía de manera decreciente”.
Precisó que “en la primera cuota, por cada $ 1.000 se pagan $ 153,93; y va cayendo a $ 153,21; $ 152,46; hasta que la cuota número nueve en el mes 12 es $ 147,36”.
“Cuando se suman las nueve cuotas, por cada $ 1.000 se pagan $ 1.357,02”, afirmó el funcionario, quien reconoció que para no confundir a la gente “se debería haber hecho una liquidación por separado y muy clara de la deuda de abril”.