Pasa cada año cuando llega el verano, los vecinos de barrio norte se cansan de reclamar y terminan haciendo catarsis por las redes sociales, ante el olor que emana la barraca de Marmetto, en calle 78 al 1900.
Las quejas son las de siempre y llevan años: no pueden ventilar, abrir ventanas o salir al patio porque el vaho los invade.
En el año 2019, la empresa se presentó ante el Concejo Deliberante tras una serie de denuncias por contaminación y admitieron que los olores nauseabundos provienen de su sistema de producción, al tiempo que afirmaron que era imposible trasladar el establecimiento lejos de la zona urbana.
La Barraca de Evasio Marmetto S.A. realiza compras de cueros vacunos a frigoríficos y mataderos de la zona y los somete a un proceso de salado en piletas. Aunque afirman que no utilizan ningún elemento contaminante, el aire de la ciudad se torna irrespirable, sobre todo en la zona de barrio norte.
Se llama contaminación odorífera a los malos olores causados por actividades tales como explotaciones de ganado, actividades industriales, depuradoras, vertederos, etc y se entienden como un tipo de contaminación ambiental debido a que, aunque los olores no lleguen a ser tóxicos, pueden llegar a provocar malestar, molestias respiratorias y alteraciones psicológicas.