Un hombre de 42 años llegó a una guardia con un cuadro de dolor abdominal severo. Llevaba semanas sin evacuar, algo que había comenzado como un problema menor y se volvió crónico. Por vergüenza, no lo había contado a nadie.
Los estudios confirmaron un megacolon por constipación severa. El intestino estaba colapsado, con riesgo de perforación y fallo renal. Fue sometido a una cirugía de urgencia, donde se extrajeron más de siete kilos de materia fecal compactada.
Tras una colostomía y meses de recuperación, el paciente advirtió: “Ir al baño no es un lujo. Es una necesidad. Cuídala… antes de que tu cuerpo te lo cobre con intereses.” El equipo médico aseguró que estuvo “a un día” de una sepsis mortal.
Boeing