Este fenómeno astronómico ocurre una sola vez al año y tiene la particularidad de contener más meteoros que ningún otro.
A lo largo de las próximas semanas, un espectáculo astronómico conquistará el cielo en distintas partes del mundo y los argentinos seremos testigos: el martes comienza una nueva lluvia de estrellas, conocida como delta acuáridas.
Según explican desde el Museo de Historia Natural y Cultura Ambiental mexicano, que hizo una publicación dedicada a este evento en las redes sociales, se cree que los meteoros que dan origen a este fenómeno pueden provenir del cometa 96P Machholz, el cual fue descubierto en 1986 y orbita alrededor del Sol cada cinco años.
El punto del que parecen provenir es la constelación de Acuario, cuya tercera estrella más brillante recibe el nombre de Delta, de allí la designación con la que se lo conoce.
Según el Observatorio Astronómico español, el evento tendrá lugar entre el 12 de julio y el 23 de agosto, alcanzando su máximo en torno al 30 de julio, y se observará mejor en el hemisferio sur debido a que su radiante está más alto en el cielo.
“El 2022 será un año excelente para la observación de las delta acuáridas porque su momento de máxima actividad será dos días después de la luna nueva (el novilunio tendrá lugar el día 28 de julio)”, explican.
En este marco, el máximo de la lluvia se espera para la noche del 29 al 30 de julio. “Afortunadamente, el fino creciente de Luna permitirá la observación en condiciones óptimas a partir de la medianoche, cuando el radiante se sitúe por encima del horizonte”, detallan.
Cómo se produce la lluvia de estrellas
Las lluvias de meteoros (también conocidas como lluvias de estrellas) se producen porque algunos cometas se van sublimando al pasar cerca del Sol.
Esto quiere decir que pasan de estado sólido a gaseoso, proceso a partir del cual van desparramando material. Es ese material el mismo que forma la cola de los cometas y el que queda en el espacio generando nubes.
Luego, la Tierra atraviesa esas nubes de escombros y todas las partículas ingresan a miles de kilómetros por hora en la atmósfera.
Consejos para ver el fenómeno
A pesar del interés que desatan este tipo de eventos, cada vez es más difícil apreciarlos debido a la creciente contaminación lumínica en las ciudades, por eso los lugares más alejados, como campos en la periferia de las grandes ciudades, son los más propicios.
Además, es preferible observar desde un lugar con pocos obstáculos (como edificios, árboles o montañas), dirigir la mirada hacia las zonas más oscuras y esperar a que la vista se acostumbre a la oscuridad.