Sandra y Pablo son los “Cirujas de Quequén”; así se hace llamar esta pareja que semanas atrás partió a Europa para investigar pedazos de nuestra historia. Se llevaron su camioneta blanca, ploteada y han recorrido bibliotecas y municipios de Francia para poder dar con el astillero donde se construyeron las piezas del Puente Colgante.

A través de las redes van mostrando esta aventura y recopilando datos y archivos.

Hoy, por ejemplo, descubrieron una parada de Metro en París con el nombre Argentina. Según relataron, el nombre se lo cambiaron en reconocimiento por la ayuda brindada por nuestro país, tanto económicamente como con productos alimenticios.

Esta semana, en busca de la historia del Colgante, estuvieron en Cherbourg donde encontraron el astillero. En esos años llevaba el nombre de CHANTIERS & ATELIERS DE LA GIRONDE hasta Mayo de 1927, fecha en que lo adquirió el subdirector Alexandre Cantineau y la firma pasó a llamarse SOCIÉTÉ CANTINAU & CIE. Hoy en día la firma lleva el nombre CMN – CONSTRUCTIONS MECANIQUES DE NORMANDIE.

En esos talleres se construyeron también las piezas del puente Colgante que está ubicado en la ciudad de Allegheny, en Pensilvania Estados Unidos.

“Cuando tengas ganas de hacer algo, siempre para adelante. Que nadie ni nada te quite la ilusión. Después de hacerlo, te vas a dar cuenta si estabas equivocado o no pero nunca te quedes con las ganas de saber cómo te hubiera salido” postea Pablo en una de sus crónicas de viaje.

En su aventura, llegaron también hasta la embajada de la Argentina, y si bien estaba cerrada, fue el propio embajador, Leonardo Daniel Costantino, quien los vio por la ventana y bajó para dialogar con ellos y contarle las características del lugar según queda registrado en el video.

Sandra y Pablo siguen su mientras tanto con su aventura, buscando esos pedacitos de nuestra historia que nos quedaron “del otro lado del charco”.

Por María José Hegui – TsnNecochea