Un hombre de 51 años murió, en la tarde de este sábado, al perder el control del automóvil que conducía, volcar y embestir a otros dos vehículos.
El grave accidente se produjo alrededor de las 17.45 en la avenida 2, entre los balnearios Zeus y Sahara. La víctima fue identificada como Héctor Omar Lolli. Murió en el acto, quedando su rostro desfigurado por los fuertes golpes y cortes recibidos.
En una tarde calurosa, en la que el tránsito de vehículos era fluido en esa avenida, frente al mar, según testigos ocasionales, el automóvil que conducía Omar Lolli, un Ford Fiesta, dominio alfa numérico EBB 938, se dirigía a gran velocidad en dirección hacia la rotonda de Pinolandia, haciendo zigzag.
Hasta repentinamente el vehículo volcó, embistiendo a otros dos rodados: uno se hallaba estacionado; el restante estaba a punto de hacerlo. Ambos sufrieron importantes daños en la parte trasera.
El automóvil que estaba estacionado es un Chevrolet Corsa Weekend de color negro patente FVS 080, propiedad de Leandro Nicolás Pompozzi. El que estaba siendo estacionado es un Fiat Argos de color rojo dominio alfa numérico de color rojo, patente ID 067 CI. Al volante del mismo iba Eduardo Roberto Hellested, de 57 años.
Estos dos últimos rodados fueron trasladados hasta la Comisaría Tercera rápidamente. Mucho más tarde se hizo lo propio con el Ford Fiesta que conducía la víctima, para permitir que se hicieran las correspondientes pericias.
Intervino personal de Policía Científica, así como efectivos de la Comisaría Tercera y agentes de la Dirección de Tránsito de la Municipalidad de Necochea. También lo hizo personal de bomberos.
Lolli era un hombre que se encargaba de cuidar vehículos en la avenida 2 y 79, frente a la playa, al tiempo que cantaba y se presentaba como “el último romántico” a la hora de promocionar sus espectáculos.
Su cuerpo sin vida fue trasladado a la morgue del Hospital Ferreyra, en tanto que Hellested fue conducido hacia la guarda del mismo centro sanitario, a raíz de los golpes recibidos.
El ex titular del PAMI, Facundo Crocci, yerno de Lolli, debió aguardar que se llevaran el rodado del lugar, visiblemente consternado por lo sucedido.