Alrededor de 15 millones de chilenos y chilenas quedaron habilitados para votar desde las 8 hora local (las 9 en la Argentina) para decidir si aprueban o rechazan el proyecto de nueva Constitución que busca poner fin a la escrita durante la dictadura cívico-militar de Augusto Pinochet (1973-1990), pero que podría seguir vigente si gana la segunda opción, como anticiparon las encuestas.
La capital, Santiago, amaneció fresca con un poco menos de 10º, aunque se espera calor durante la jornada, por lo que, sumado a la obligatoriedad del sufragio, muchos centros electorales comenzaron rápidamente a poblarse con filas de votantes.
Algunas restricciones sanitarias por la pandemia del coronavirus continúan en el país, por lo que los electores tiene que asistir con barbijo y en el ingreso de los centros de votación le aplican alcohol en gel en las manos.
Actualmente, Chile se rige por la Constitución pinochetista de 1980, que tuvo una importante reforma en 2005, durante el Gobierno de Ricardo Lagos (2000-2006), pero que fue el centro de los reclamos ciudadanos en el estallido social de octubre de 2019, que llevaron a un acuerdo entre casi todos los sectores políticos para redactar un nuevo texto constitucional.