El primer ministro británico, Boris Johnson, presentó su dimisión tras la ola de renuncias en el poder Ejecutivo.
Aunque permanecerá como primer ministro hasta otoño cuando asuma su sucesor, su decisión ya estaba tomada desde temprano, informaron a primera hora medios británicos.
Johnson “hará una declaración al país” el jueves, indicó un portavoz de Downing Street, luego de los informes de que iba a renunciar como líder conservador.
En las últimas horas, Johnson manifestó su disposición a abandonar el cargo ante el aumento de la presión sobre él, tras lo que se abía una carrera por la sucesión entre los ‘tories’ de cara a la conferencia del partido en octubre, cuando la persona elegida le sustituiría como primer ministro.
El aluvión de dimisiones siguió a primera hora de este jueves cuando el ministro británico para Irlanda del Norte, Brandon Lewis, y varios secretarios de Estado, anunciaron sus respectivas salidas, siendo así 59 los cargos que han abandonado el Ejecutivo desde el martes. También se fue la ‘número dos’ del Partido Conservador, Caroline Johnson.
El nuevo titular de Finanzas, Nadhim Zahawi, nombró el martes cuando Rishi Sunak anunció estrepitosamente su dimisión iniciando la peor crisis que haya vivido hasta ahora Johnson, se sumó el jueves a quienes pidieron al primer ministro que se fuera tras haber perdido el respaldo de su formación entre crecientes escándalos.
Michelle Donelan, nombrada el martes en la cartera de Educación para reemplazar a Zahawi, presentó su dimisión este jueves, apenas dos días después.
Mostrando fortaleza, Johnson había echado el miércoles por la noche al ministro de Vivienda y Gobierno Local, Michael Gove, su mano derecha en la campaña de 2016 por el Brexit, que le pidió renunciar por el bien del partido y del país.
Según el diario The Sun, el máximo funcionario del Reino Unido les dijo a sus colegas que tendrían que “mancharse de sangre las manos” para sacarlo del cargo. Pero el jueves por la mañana, las portadas de la prensa británica destacaron la situación insostenible en que se encontró el jefe del gobierno.
El primer ministro sobrevivió a principios de junio a un voto de censura de sus propios diputados, lanzado en un intento de bajarlo del poder. Apoyado por 211 de sus 359 legisladores, salvó el puesto, pero los 148 votos en su contra dejaron en evidencia que el descontento no dejaba de crecer.
Ganador de las legislativas de 2019, cuando vio la más importante mayoría conservadora en décadas gracias a la promesa de realizar el Brexit, el primer ministro cae ahora en picada en las encuestas. Según los sondeos, una mayoría de británicos lo considera un “mentiroso”.
Además, va a ser investigado por una comisión parlamentaria para determinar si engañó a sabiendas a los diputados cuando en diciembre negó la celebración de fiestas que violaban la legislación anticovid.
Fuente: Noticias Argentinas