El Gobierno de Italia limitó la ley que concede la nacionalidad a los descendientes de italianos en el extranjero para contener su comercialización y el aumento de las solicitudes, especialmente desde Sudamérica.
“La nacionalidad no puede ser un instrumento para poder viajar a Miami con un pasaporte europeo”, denunció el ministro de Exteriores italiano, Antonio Tajani, en una rueda de prensa tras el Consejo de Ministros que aprobó la nueva legislación.
Italia concede su nacionalidad siguiendo, entre otros, el principio de ‘Ius Sanguinis’, es decir, por descendencia o filiación, lo que ha hecho que muchas personas extranjeras pero descendientes de antiguos emigrantes italianos la hayan reclamado.
Tajani explicó que los italianos en el extranjero aumentaron en un 40 % en la última década, pasando de los 4,6 millones a los 6,4 millones, especialmente en Sudamérica, donde en los últimos 20 años pasaron de ser 800.000 a superar los dos millones.
Por ejemplo, en Argentina se pasó de reconocer 20.000 casos de nacionalidad italiana en 2023 a 30.000 en 2024; en Brasil, de 14.000 en 2022 a 20.000 el pasado año; y en Venezuela había casi 8.000 en 2023.
A esto hay que sumar que los procedimientos aún pendientes para la asignación de la nacionalidad italiana superan actualmente los 60.000 y que los descendientes de italianos en todo el mundo con la ley vigente alcanzan las 80 millones de personas.
Por esa razón, el Gobierno italiano decidió combatir este fenómeno poniendo algunos límites a la solicitud de nacionalidad.
El decreto aprobado este viernes prevé que los descendientes de italianos nacidos en el extranjero solo recibirán la nacionalidad automática durante dos generaciones: es decir, si al menos un progenitor o un abuelo han nacido en Italia.
Asimismo, un proyecto de ley aprobado también hoy impone a los italianos nacidos y residentes en el extranjero mantener vínculos reales con el país europeo, ejerciendo sus derechos y deberes al menos una vez cada veinticinco años.
La tercera fase de esta reforma obligará a los interesados en obtener la nacionalidad a presentar su solicitud ante un ente del Ministerio de Exteriores y ya no podrán hacerlo en los consulados, sobrepasados en los últimos años por estos hechos.
“Lamentablemente en los últimos años ha habido abusos que iban más allá del verdadero interés por nuestro país”, lamentó Tajani, que reveló que se retiró la nacionalidad incluso a cinco milicianos del grupo chiita libanés Hezbollah que la habían conseguido con “artificios”.
En la rueda de prensa de hecho llegó a mostrar algunos anuncios en español que ofrecían cursos para obtener la nacionalidad italiana prometiendo “salida laboral inmediata”.
“Esta reforma quiere proteger a quienes quieren ser italianos en el extranjero”, sostuvo. Infobae/EFE