Mijail Gorbachov, el último presidente de la Unión Soviética, murió a los 91 años tras estar internado en un hospital de Moscú, informaron las agencias de noticias rusas RIA Novosti y Sputnik.

“Esta tarde tras una larga y grave enfermedad falleció Mijaíl Gorbachov”, informaron fuentes del Hospital Clínico Central a la agencia RIA Nóvosti.

Según TASS, Gorbachov será enterrado en el cementerio de Novodevichy de Moscú, donde yacen los restos de destacados personajes de la historia del país. Allí se encuentra también la tumba de su esposa, Raísa.

Gorbachov llevaba años viviendo alejado del foco mediático por problemas de salud. Los medios locales llegaron a afirmar que pasaba meses hospitalizado por varias afecciones.

Gorbachov había llegado al poder en 1985. “Si quiero cambiar algo, debo aceptar el cargo. Así no se puede seguir viviendo”, dijo Gorbachov a su esposa Raísa el 10 de marzo de ese año, un día antes de asumir la secretaría general del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS).

Entonces comenzó un proceso de ambiciosas reformas políticas y económicas que concluyeron seis años después con el colapso de la Unión Soviética.

El líder soviético impulsó dos planes esenciales: por un lado la “perestroika”, una reforma para liberalizar la economía, y por el otro la “glásnot”, una apertura orientada hacia la política.

Estas reformas motorizaron vientos de cambio no solo en la URSS, sino también en todo el bloque del este de Europa que precipitó en 1989 la caída del Muro de Berlín y el final del comunismo en la región.

En su calidad de secretario general del Comité Central del Partido Comunista de la Unión Soviética comandó la la URSS entre 1985 y 1991. Además fue su presidente entre 1990 y 1991. Renunció al cargo el 25 de diciembre de 1991, en lo que en la práctica significó el fin de la era soviética.

En 1987, firmó con su homólogo estadounidense, Ronald Reagan, el tratado de Fuerzas Nucleares Intermedias para limitar las armas nucleares. Tres años después, en 1990 recibió el Premio Nobel de la Paz, a unos pocos meses de la caída del Muro de Berlín.

El reconocimiento fue otorgado por los cambios en las tensas relaciones entre Moscú y Washington al final de la Guerra Fría.

TN