Fue mediante los controles que se realizan con personal del municipio y de la Jefatura Departamental de Seguridad.
Los controles sobre el sector de playa tienen como objetivo evitar se realicen fiestas clandestinas y, de esta manera, se logró suspender una fiesta que estaba programada.
Este tipo de eventos no sólo infringen la normativa contravencional, ya sean fiestas electrónicas, de playa o clandestinas y hoy en día son un fenómeno entre los más jóvenes, creando un ambiente muy particular, que es aprovechado al máximo por los jóvenes que saltan y bailan descontroladamente, provocando también el posible consumo de distintas sustancias prohibidas para estimulación.
Como consecuencia, estos encuentros han ocasionado disturbios y peleas con graves consecuencias, generando situaciones no deseadas en los jóvenes.