El caso del joven muerto en la comisaría de Quequén sigue generando algunas controversias. Esta mañana, la fiscalía 3 de Guillermo Sabatini, rechazó la denuncia por coacción presentada por el fiscal que estaba a cargo del caso, Horacio Sirimarco, quien se excusó por este motivo de seguir representando al ministerio público en la causa por la que fueron condenados cuatro efectivos policiales.
Sabatini consideró que lo presentado por su par, en relación a amenazas recibidas por parte del padre de uno de los condenados, “no constituye causal de delito”.
Mientras tanto, ayer, la fiscal designada por la fiscalía general, Verónica Posse, rechazó la excusación de Sirimarco y el Tribunal deberá decidir el próximo lunes, si coincide con esta solicitud o acepta que el fiscal se retire del caso.
En caso de no aceptarla, Sirimarco puede apelar la decisión, pero hasta que esta no quede firme debe continuar en la causa.
En ese caso, tendrá que ser parte del juicio de cesura previsto para el próximo lunes 11, donde las partes plantearán la penas y la forma de cumplimiento.
En el juicio, por decisión unánime del tribunal compuesto por Luciana Irigoyen Testa, Aldo Rau y Carlos Herrera se declaró culpables del delito de tortura seguida de muerte a los oficiales Daniel Allamanla, Fernando Pérez Zentatti y Matías Larrea. Esta calificación significa una condena de prisión perpetua según el Código Penal.