El conductor de una camioneta Chevrolet S10, perdió el control de vehículo esta madrugada cuando se movilizaba por la calle 65 entre 54 y 56 y terminó impactando contra las rejas de la ventana de una vivienda.

Si bien afortunadamente no hubo que lamentar heridos, fuentes policiales indicaron que cuando se le realizó el test de alcoholemia al propietario del rodado, arrojó una cifra superior de los 2.3 de alcohol en sangre.

Vale recordar que, en nuestro distrito, como en gran parte de la provincia, la normativa vigente prohíbe ingerir bebidas alcohólicas para conducir.

En ese caso, afortunadamente, no hubo que lamentar heridos, sólo daños materiales, fundamentalmente de la camioneta que quedó destruida en la parte frontal.

Hace pocos días, un hecho de similares características ocurrió, también durante la madrugada en calle 68 entre 75 y 77, cuando el conductor de otra camioneta impactó contra las rejas de la entrada de una casa. En ese caso también el alcohol habría sido el responsable del incidente.