El femicida Javier Cerfoglio (39), preso en Batán, hostiga a sus suegros, Felipe “Tito” Vera (74) y Stella Maris Castro (65). Apenas lo mandaron a la cárcel, denunció que ellos estaban “ofreciendo sumas de dinero para atentar contra su vida”. Por eso, advirtió: “Si me pasa algo, hago responsable específicamente a la familia Vera”.
Vale recordar que el 1° de diciembre pasado, el hombre le dio una feroz paliza a Magali vera en la calle y arrojó el auto al Río Quequén. Ella, mamá de su hijo de 12 años, inconsciente por los golpes, murió ahogada. Todo quedó filmado por las cámaras de seguridad.
En los últimos días, redobló la apuesta. Escribió una carta para advertir que recibió un llamado telefónico en el que le dijeron que un ex compañero de trabajo y los dos hermanos varones de la víctima lo “van a eliminar”.
El fiscal Marcos Bendersky, a cargo de la UFI N° 10, le sumó dos agravantes (ensañamiento y alevosía) a los dos que ya arrastraba (violencia de género y femicidio) por el homicidio calificado de su esposa. Su destino está marcado con una segura condena a perpetua.
Imágenes: Clarín