Se produjo en las costas de Bahía de los Vientos otro gran hallazgo para seguir estudiando la megafauna que habitó estas tierras hace unos 12 mil años, cuando un grupo de estudiantes de paleontología dio con el cráneo de un toxodonte (Toxodon), un mamífero extinguido que cautivó, según cuenta la historia, hasta al propio Charles Darwin en la aventura patagónica que lo ayudó a elaborar su famosa teoría de la evolución biológica por selección natural.
Como si esto fuera poco, el descubrimiento vino acompañado por otra gran sorpresa: un sistema de paleo-cuevas (madrigueras) que fabricaban los perezosos terrestres y los armadillos gigantes, en cuyas paredes se preservan “de forma exquisita” algunas marcas, de acuerdo a los alumnos de la tecnicatura Superior en Paleontología.
“Estos túneles fueron prolijamente erosionados por el mar y se pueden ver en sus paredes las marcas de las garras de forma muy nítida”, lo que “nos va a ayudar a comprender como estos animales producían estas ciudades subterráneas. Estos antiguos túneles tienen entre 0.8 y 1 metro de diámetro y se ubican entre las trazas fósiles más grandes registradas en la historia del planeta Tierra”, afirmó Matías Taglioretti, uno de los docentes guías.
La comitiva exploradora está conformada por una treintena de estudiantes del ISFT N° 194 de Miramar, quienes están acompañados por dos profesores en una salida educativa que consta de tres días de prospecciones paleontológicas en las costas de Necochea, explicó el científico a cargo del estudio de los restos fosilizados de organismos vivos que vivieron en un pasado remoto.
El toxodonte encontrado en los acantilados próximos a la ciudad de Quequén es un “ungulado nativo sudamericano que pertenece al grupo de los megamamíferos, muy similar en apariencia a una mezcla de hipopótamo y rinoceronte”, detalló el paleontólogo, revelando que “mañana vamos a trabajar en el lugar de nuevo” porque “es un descubrimiento muy lindo y una linda pieza de museo, además”.
Taglioretti contó que “estamos trabajando en cinco hallazgos simultáneos, en lo que podemos definir como un cementerio de megafauna prehistórica que vivió hace cerca de 30 mil años atrás”, agregando que “los restos se encuentran preservados en depósitos que pertenecieron a una antigua laguna en la zona, que se puede evidenciar por sus sedimentos verdosos”.
Allí, “se hallaron restos de perezosos terrestres gigantes, gliptodontes y un cráneo bien preservado de toxodonte”, mientras que “los restos recuperados están siendo informados a las autoridades municipales para que, a futuro, formen parte de la colección paleontológica del Museo” de Ciencias Naturales “Dr. José Squadrone”, que se enclava en el corazón del Parque Miguel Lillo.