En las últimas horas, la comunidad de Necochea se conmovió con el fallecimiento de Ivis Mar Vaio, conocida cariñosamente como “Mimí”, a los 89 años de edad.

Su partida deja un profundo dolor, pero también reabre la herida de uno de los misterios más dolorosos y enigmáticos de la historia local: la desaparición de su hija, Adriana Celihueta, ocurrida el 15 de enero de 1987. Mimí murió sin saber qué fue de Adriana y sin que la Justicia lograra señalar a un responsable por su ausencia.

Adriana Celihueta, de 29 años y veterinaria de profesión, desapareció a tan solo 37 días de su boda con Fernando Iparraguirre, también veterinario. Desde aquel fatídico día, su paradero se convirtió en un enigma que ha atravesado generaciones, marcando a fuego a su familia y a toda la ciudad. A casi cuatro décadas del hecho, el caso sigue impune y sin respuestas definitivas.

Los restos de “Mimí” Vaio serán trasladados hoy al cementerio privado Parque Las Acacias. Su despedida no es solo un momento de luto familiar, sino también un recordatorio público de una deuda pendiente con la verdad y la justicia: qué pasó realmente con Adriana Celihueta.

La figura de Mimí, símbolo de la lucha incansable de una madre que nunca bajó los brazos, quedará para siempre en la memoria colectiva de Necochea, ligada a la esperanza de que, algún día, la verdad sobre la desaparición de su hija salga a la luz.