Según la información a la que accedió Tsn Necochea del informe preliminar de la autopsia al cuerpo de Magalí Vera, la víctima de femicidio presentaba, además, fuertes golpes en todo el cuerpo, algunos de ellos con características de diferente estado evolutivo, lo que permite suponer que no todas las lesiones corresponderían a la feroz golpiza que el asesino, Javier Cerfoglio, le propinó en 50 y 53, minutos antes de arrojar su cuerpo al río en la madrugada del pasado domingo.

El informe, firmado por el médico forense Favio Gabriele, sobre la necropsia al cuerpo de Magalí que se realizó a las pocas horas de ser hallado en el río, da cuenta además de lo que ya se informó previamente sobre que, más allá del ataque a golpes de puño y patadas, Magalí murió por sumersión, es decir, una muerte violenta producida por el ingreso de líquido a las vías aéreas.

En el documento se detallan además las distintas lesiones, severísimas, que Cerfoglio le produjo esa noche con golpes, las patadas y el arrastre que hizo por al asfalto con el cuerpo de Magalí aún con vida, para volver a subirlo al auto; más los signos de defensa de la víctima en sus brazos para intentar protegerse.

En ese marco, hay un dato más que relevante: el cuerpo no presentaba lesiones típicas encontradas en accidente de tránsito de alta cinética, con vuelco y a altas velocidad. Esta información podría ser clave, ya que, según una de las hipótesis, elaborada en base a las primeras declaraciones del femicida, cuando la policía lo encuentra en el lugar del hecho a la orilla del río Quequén en las primeras horas de la mañana del domingo, ambos habían caído al agua con el auto “producto de un accidente”; él había podido salir y ella estaba desaparecida.

De todos modos, todos estos datos, se aclara en el informe, quedan supeditados a las distintas pericias que será parte del informe final y definitivo.

Vale recordar que el cuerpo de Magalí fue encontrado horas más tarde bajo el muelle del Club Necopesca.

En día de hoy, por otra parte, se produjo la apretura de los teléfonos de la víctima y del padre del imputado, Pablo Cerfolgio, que llegó al río tras el llamado de su hijo casi al mismo tiempo que la policía, alertada por un llamado al 911. Esa información debe ser bajada y analizada.

El teléfono del femicida, debió ser enviado a Buenos Aires para su apertura porque se negó a entregar las calves de acceso a la justicia.

Cerfoglio esta hoy alojado en la Unidad 44 del Penal de Batán, imputado por el delito de Homicidio Doblemente Agravado por el género y el vínculo.