Su vida se apagó de una manera trágica, el fin de semana pasado. Maia Esteban (29) era “La Negra”, salió en moto de una fiesta con amigos, pero se cayó y se golpeó la cabeza. Fue a eso de las 3 de la madrugada del sábado en Santa Teresa, un pueblo costero en la provincia de Puntarenas, la “Perla del Pacífico”, en el oeste de Costa Rica.

De acuerdo a los lugareños, el mal estado de las calles y las lluvias de horas anteriores contribuyeron para este lamentable final.

Maia era de Necochea. En Santa Teresa formaba parte de un grupo en Facebook donde desarrollaba tareas solidarias.

También cultivaba su amor por los perros y los gatos, por el mar y las olas sobre una tabla de surf, por las fotos, por la música, por los tatuajes, por sus pecas, por las mariposas y las flores. Quería vivir “siempre en verano”.

“Es un ser de luz y amor”, dijo su hermana Marianela (43), quien todavía no puede procesar lo que pasó y habla de ella en presente.

Hace cinco años se había ido radicado en Santa Teresa. “Qué privilegio esta libertad, poder vivir en un lugar que no deja de enamorarme cada día”, destacó un posteo.

Según pudo reconstruir , Maia estuvo el fin de semana pasado en una despedida de una amiga que se iba a vivir a Australia.

En un momento dijo “me voy” y dos amigos que salieron en auto, detrás suyo, vieron la secuencia. La víctima quedó inconsciente. La llevaron a una sala de emergencias de Santa Teresa, donde la estabilizaron y la derivaron a un hospital.

Debido a su estado de salud, la derivaron al Hospital México, de la ciudad de San José, donde hay especialistas en neurocirugía, pero a los 20 minutos de llegar falleció. “No sufrió. Había quedado inconsciente”, remarcó una amiga.

Desde su familia, que inició los trámites de repatriación del cuerpo, agradecieron todos los mensajes recibidos por estas horas, pero pidieron respeto en este momento de profundo dolor.

 

Con información de Clarín