Como todos los años la tradicional cena del 31, más la reunión familiar son el evento perfecto para celebrar el inicio de un nuevo año.
Eso genera actividad en muchos lugares de la ciudad y aglomeración de gente, especialmente jóvenes que se juntan para divertirse, en la Villa Díaz Vélez, en Quequén, en el Parque Miguel Lillo, en quintas donde se organizan fiestas , entre otros.
La atmósfera festiva se apoderó de la costa, donde las risas, los abrazos y los buenos deseos resonaron entre la multitud. La llegada del año nuevo se recibió con entusiasmo, y la playa se convirtió en el escenario perfecto para despedir el año que se fue y dar la bienvenida al que comienza.
El dato fue la merma de la cantidad de pirotecnia, a lo que ya se había evidenciado en Navidad.
Lo que si, el tiempo fue cambiante, hizo calor pero la amenaza de lluvias e mantuvo toda la noche lo que hizo bajar la temperatura , más allá de eso la celebración fue con esperanza y energía renovada.