La Legislatura provincial sigue siendo caja de resonancia de grupos autoconvocados que solicitan ser escuchados, en busca de que su pedido de autonomía municipal para su distrito se convierta en una realidad.

Entre esos grupos está la solicitud de los vecinos de Quequén que conforman el movimiento autonomista.

Hace algunos días las diputadas Nazarena Mesías y Natalia Dziakowski, del bloque Acuerdo Cívico UCR-GEN y Lorena Mandagarán, de la bancada UCR-Cambio Federal en el Senado bonaerense, entre otros legisladores, recibieron a representantes de las localidades que piden su autonomía.

Son unas 60 las peticiones existentes para avanzar en ese sentido, aunque sólo un puñado han logrado convertirse, hasta el momento, en proyectos de ley que se presentaron en las comisiones de Asuntos Municipales del Parlamento bonaerense.

Algunas peticiones vienen de larga data, como las que pugnan por la independencia Derqui, Quequén o Lima, o la división de territorios de gran extensión como La Matanza o General Pueyrredon, dando paso a nuevas comunas.

También hay casos particulares como el de Huanguelén, para cuya independencia deberían ceder algo de territorio los actuales municipios de Guaminí, Daireaux, Coronel Suárez y General La Madrid, algo extremadamente difícil – cuando no imposible- de lograr.

El dato que nos importa a nosotros es que, más allá de las intenciones y reuniones, actualmente no hay ningún proyecto por la autonomía de Quequén con estado parlamentario. Más allá que haya deambulando alguna propuesta por las distintas oficinas de la legislatura.

Una posibilidad

La senadora del GEN Lorena Mandagarán y su par Marcelo Daletto, presentaron un proyecto de Ley Marco para la creación de nuevos municipios. El legislador explicó que se busca la participación de los vecinos, además de los organismos que intervengan para realizar informes de viabilidad.

Entre los requisitos figura que la solicitud de reconocimiento deberá ser enviada al intendente y al Concejo Deliberante para que emitan opinión fundada sobre el tema, reconociéndose como distrito a “toda población o localidad que reúna características institucionales, históricas, culturales, territoriales y ambientales que definan una identidad propia de acuerdo a los extremos previstos en esta ley”.

También que den cuenta de asentamientos de organismos públicos nacionales, provinciales y/o municipales, y de organizaciones de la sociedad civil; realizar un estudio de delimitación territorial del municipio a conformarse, la constitución de una Junta Promotora y un petitorio avalado por el 10% de los ciudadanos que figuren en el último padrón electoral y con domicilio en el área que ocuparía el nuevo distrito.