Se desarrolló en la mañana de este lunes la jornada de alegatos en el marco del juicio que se le sigue a un hombre de 30 años, oriundo de Córdoba, acusado de haber abusado de una vecinita menor de edad en la vía pública.
La fiscalía, a cargo de Marcos Bendersky pidió la pena de 10 años y 8 meses de prisión, lo que fue acompañado por la Defensora de Incapaces. Desde la defensa del sujeto, alojado actualmente en el penal de Batán, el defensor oficial Fernando Repetto solicitó el cambio de calificación de la causa, caratulada como abuso sexual con acceso carnal, y además reclamó la absolución de su representado por entender que no fue él quien cometió el abuso de la niña.
El próximo lunes será lectura de la sentencia del tribunal, integrado por los jueces Luciana Irigoyen Testa, Ernesto Juliano y Nicolás Lamberti.
El hecho ocurrió en abril de 2023 en la barriada ubicada en la zona de 96 y 67, donde residía el acusado a pocos metros de la vivienda de la familia de la víctima, que entonces tenía 9 años. Según conta en la causa, la niña habría sido abordada por el acusado en la vía pública cuando se dirigía al almacén de su hermana.
La había conducido hacía un corral donde pastan caballos y allí la abusó. El médico de policía, Fabio Gabriele, describió las lesiones genitales que presentaba la pequeña y no descartó que haya sufrido una penetración digital.
Además, un punto clave de los distintos testimonios que circularon por el tribunal en el transcurso del juicio, fue la revelación que la pequeña había hecho a familiares y en cámara Gesell revelando que su atacante tenía tatuajes en la cara y que “hablaba raro”. El imputado, además de hablar con tonada cordobesa, presenta varios tatuajes en el rostro, fundamentalmente cerca de los ojos.