Hace dos días, una policía del Comando de Patrullas resultó lesionada y debió ser tratada en el hospital local, cuando cubría un protocolo de internación en una vivienda de la calle 65 al 2100.

Debía trasladar a una mujer de 20 años, que no se encontraba en sus cabales, posiblemente por el consumo de estupefacientes, hacia al hospital Neuropsiquiátrico ya que había amenazado con prender fuego la vivienda de su madre.

En esas circunstancias, por el grado de alteración que tenía la joven, terminó agrediendo y lastimando a la policía que tuvo que se trasladada al hospital Ferreyra. La efectivo todavía se encuentra con asistencia médica, sin poder desarrollar su trabajo ni cubrir servicios adicionales según se informó.

La agresora, en tanto, fue demorada y trasladada al Hospital Neuropsiquiátrico local, pero, al tratarse de una persona con tratamiento psiquiátrico, no es imputable al hecho.

Desde la Departamental de Policía advirtieron que “estos incidentes ocurren a diario, donde el personal policial, sin estar entrenando para el manejo de personas con enfermedades de este tipo, que tiene trasladarlas al neuropsiquiátrico”.

“Se tratará antes las autoridades correspondientes que el traslado y atención de este tipo de hechos sean atendidos en el lugar por personal especializado en el manejo de personas con alteraciones o intoxicadas” indicaron desde la institución policial.