Alrededor de 50 vecinos y vecinas del Paseo de la Ribera se reunieron el pasado fin de semana junto a referentes socioambientales para informarse y debatir sobre los riesgos de la instalación de la maltería de Maltén SA en el frente costero del río Quequén. A pesar de no oponerse al proyecto industrial en sí, los habitantes de la zona expresaron su rotundo rechazo a que la planta se ubique en un área que consideran incompatible con su desarrollo turístico y medioambiental.

La reunión forma parte de una serie de acciones impulsadas por los vecinos para visibilizar el potencial impacto negativo de la planta. Hoy, martes 15 de julio, cierra el plazo para presentar comentarios sobre la instalación de la industria en la zona. La web del Ministerio ya registra más de 100 opiniones de necochenses y quequenenses, lo que “visibiliza que la mayoría está en contra de la instalación en el mencionado punto”.

Preocupación por el Impacto Socioambiental y Precedentes
La preocupación vecinal se encendió en junio, cuando los habitantes del Paseo de la Ribera tuvieron acceso al Estudio de Impacto Ambiental (EIA) producido por la empresa Maltén. El informe, que describe diversas afectaciones al medio ambiente, ha generado una creciente alerta entre los residentes, quienes advierten sobre los riesgos para el ecosistema del río Quequén y la calidad de vida de la zona.

 

Uno de los principales temores es el vertido de lodos y desechos industriales al río. Además, la posibilidad de que la planta libere olores nauseabundos, como el de “cereal podrido”, es una preocupación adicional para quienes disfrutan del río como espacio recreativo y para el potencial turístico de la ribera.

Los vecinos insisten en la necesidad de reubicar el proyecto en un área que no comprometa el futuro turístico y ambiental del río Quequén y su entorno.