El gobierno de Javier Milei grabó y difundirá para el primer 24 de marzo que transitará en el poder en próximo domingo dos videos con personalidades que desgranarán una visión disruptiva con lo que ha sido el consenso democráticos sobre lo ocurrido en la última dictadura cívico militar y el proceso de Memoria, Verdad y Justicia puesto en marcha posteriormente para lidiar con sus consecuencias.
Esas dos personalidades son Juan Baurtista “Tata” Yofre y Luis Labraña. Yofre, ex jefe de los espías estatales durante la gestión de Carlos Menem (comandó la por entonces SIDE, hoy AFI) con un paso por el servicio diplomático, devino historiador con varios libros sobre los años 70, en los que defiende la llamada Teoría de los Dos Demonios y carga las tintas sobre el accionar de las organizaciones insurgentes al tiempo que excusa en muchos casos el accionar represivo.
Labraña es un ex montonero, que se hizo famoso por asegurar en una entrevista en el programa Intratables en 2021 que la cifra de 30 mil desaparecidos fue “una mentira necesaria para conseguir dinero para las madres de los desaparecidos”. Labraña dijo que todo se armó para convencer a organismos de DDUU holandeses que podían financiar a Madres de Plaza de Mayo. Según contó como las madres solo podrían probar en ese momento unas “4.800” desapariciones, insuficientes a criterio de sus interlocutores para hablar de genocidio.
Las piezas audiovisuales –no está claro si serán una o dos- contendrán entrevistas grabadas en la Casa Rosada con Yofre y Labraña en las cuáles explicitarán su versión de lo ocurrido durante la última dictadura, previsiblemente con una mirada alejada de los pilares del paradigma de Verdad, Memoria y Justicia.
La fecha es especialmente sensible por tratarse de otro aniversario del golpe de Estado que abrió paso a la dictadura que instauró en Argentina el terrorismo de Estado. Es el primero bajo un presidente como Milei, quien durante la campaña presidencial dijo que para él lo ocurrido entonces no fue terrorismo de Estado ni un plan sistemático de desaparición de personas –probados en varios expedientes judiciales- sino que “para nosotros, durante los 70 hubo una guerra” entre el ejército regular y las organizaciones insurgentes.
“No son 30.000, son 8.753”, dijo sobre la cifra de desaparecidos que figura en la primera versión del Nunca Más, durante una presentación en la Facultad de Derecho antes de resultar electo. Después, volvió a referirse al tema en el mismo sentido, como cuando lo aludió casi al pasar y en formato de “broma” en el discurso de apertura del período de sesiones ordinarias del Congreso.
También la vicepresidente Victoria Villarruel es conocida por su militancia de reivindicación de las “otras víctimas” de la violencia política de los 70, que con ambigüedades la lleva a sostener la teoría de los dos demonios y a cuestionar a las organizaciones guerrilleras y justificar a los represores. En enero, un grupo de mujeres encabezadas por Cecilia Pando publicó una carta de lectores en el diario La Nación en la que reclamaron que se cumpla un “compromiso” del gobierno para liberar represores. Después, consultadas, apuntaron a Villarruel como quien tomó ese compromiso.