Las transferencias automáticas del gobierno nacional a las provincias, entre ellas la coparticipación, sufrirán un fuerte recorte a lo largo de enero, y golpearán especialmente a la Provincia de Buenos Aires.
La información surge de un informe del IARAF (Instituto Argentino de Análisis Fiscal) que proyecta una caída promedio de 7.5 por ciento en términos reales (es decir, ponderando el efecto de la inflación). Para Buenos Aires, ese porcentaje es casi 50 por ciento mayor.
Ese dato no se vio reflejado en los medios porteños, que se escandalizaron cuando se difundió que la Provincia recibía el 40 por ciento de los envíos no automáticos de Nación, una proporción equivalente a su población y a su aporte al PBI que, además, viene a compensar los escasos 22 puntos de coparticipación bruta que recibe.
“Mensualizando la caída acumulada de la primera quincena al resto del mes, las transferencias automáticas caerían un 7,5% en términos reales respecto al año previo” explica el informe.
El IARAF advierte en este escenario que “de consolidarse esta dinámica de la coparticipación debido a que se mantiene vigente la reciente reforma de ganancias, entre otras cosas, con esta importante caída de financiamiento las provincias se verán enfrentadas a la disyuntiva de reducir el gasto en una proporción equivalente o incrementar el déficit durante el presente año”.
A la alternativa entre ajuste y deuda se suma una variable: la emisión de cuasimonedas para sostener una parte del gasto, una idea que se hizo realidad en La Rioja y que cada vez más sectores ven como probable en la provincia de Buenos Aires.
En ránking de provincias más afectadas por la caída de transferencias automáticas es encabezado con Buenos Aires, que perderá más de 11 puntos si se consolida la tendencia de la primera quincena. Le siguen salta Salta (-7,8%) y Misiones (-7,4%).
La más favorecida -o menos desfavorecida- es, cuando no, la Capital Federal: CABA tiene apenas 4 puntos menos de recursos.