A menos de media hora de que se conociera el fallo de la Corte Suprema que le ratificó una condena a seis años de prisión e inhabilitación a ejercer cargos públicos, Cristina Fernández de Kirchner dijo que esta resolución judicial impone “un cepo al voto popular” y tildó a los miembros del máximo tribunal de “triunvirato de impresentables”, así como definió al presidente Javier Milei como “un monigote del poder económico” y llamó a sus seguidores “a militar”.
Insistió que se ha buscado sacarla de la carrera hacia las próximas elecciones, en las que se iba a presentar como candidata a diputada provincial en la provincia de Buenos Aires, pero también reconoció que quienes la enfrentan ya cometieron un error en 2019 y ahora van en busca de un nuevo objetivo. “Sacan un fallo un mes antes de oficializar las candidaturas”, advirtió frente a miles de militantes que la acompañaron.
Se explayó desde la vereda, donde se montó una tarima y donde estuvo acompañada por su cuñada, Alicia Kirchner. Criticó al sistema judicial y a los políticos de la oposición. “Me pueden meter presa, pero la gente cobra salarios de miseria y las jubilaciones no van a alcanzar para llegar a fin de mes”, dijo, tal como lo había hecho el día anterior, y lo reiteró con referencia a los salarios, a la necesidad de chicos que tengan cuatro comidas por día.
“En algunas cosas el hombre tiene razón: hay mucho ensobrado”, dijo con ironía sobre Milei y dijo que los peronistas “nos quedamos acá, no nos profugamos, no somos mafiosos”. Anticipó que del Partido Justicialista, donde hizo este acto, se trasladará hasta su domicilio particular.
Aseguró que el justicialimo es el único espacio que, frente a la debacle que pronosticó al actual gobierno, “somos los únicos que podemos construir alternativa cuando esto se desplome”. “Esto no tiene final feliz”, dijo y cuando la gente insultó a Milei les advirtió a los militantes: “Lo votaron, y hay que hacerse cargo de las cosas, está porque lo votaron”.