La CGT, ambas CTA (de los Trabajadores y Autónoma), los trabajadores de la economía popular (UTEP), los movimientos sociales y las multisectoriales paralizarán las tareas este miércoles durante 12 horas en todo el país y se movilizarán hacia el Congreso en rechazo de las medidas económicas del Gobierno, en lo que constituirá la primera gran protesta gremial en la era Milei y una medición de fuerzas entre el Ejecutivo y los sindicatos.
Las centrales obreras y otros espacios ratificaron su total oposición a la sanción del decreto de necesidad y urgencia (DNU) 70/23 y al proyecto de ley “Bases”, a pesar de sus modificaciones, porque, afirmaron, “atentan contra los derechos laborales y todas las conquistas”. “Se trata de un ataque salvaje que afecta a los sectores más vulnerables y a los trabajadores y procura quitar derechos laborales y jubilatorios”, dijeron las centrales.
Héctor Daer, cotitular de la CGT, expresó que la protesta tendrá gran adhesión porque “la gente tiene bronca”, lo que “trascendió al movimiento obrero para alcanzar a varios sectores de la sociedad”, y añadió que existe “decepción”.
Críticas al protocolo
Al igual que lo hicieron las centrales obreras, los gremios de manera individual y los movimientos sociales, Daer rechazó la aplicación del Protocolo Antipiquetes de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien lo ratificó y dijo que “si Pablo Moyano quiere llevar a los camioneros a upa que lo haga, pero la medida será instrumentada”, al responder a declaraciones del sindicalista camionero, quien había señalado que sus afiliados “no pueden marchar a upa”.
“El protocolo de Bullrich es una aberración unilateral que ya está en queja en el Comisionado de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Subir y filmar a la gente arriba de un micro solo se hace en dictadura”, aseguró Daer.