Pablo De La Torre, el funcionario responsable de no entregar alimentos para sectores carenciados que fue echado del ministerio de Capital Humano y denunciado por una presunta maniobra con contratos “truchos” rompió el silencio esta tarde, apuntó a “infiltrados” del “kirchnerismo” en esa cartera y dijo que tiene “las manos limpias”.
“Tengo la conciencia y las manos limpias. Me enorgullece haber dado junto a la ministra Petovello la batalla contra los gerentes de la pobreza. No me voy a dejar amedrentar por los Kirchneristas infiltrados en el gobierno. Muerto antes que sucio”, escribió De La Torre en su perfil de la red social X.
De La Torre fue echado en medio del escándalo por el no reparto de los alimentos almacenados en dos galpones del Ministerio (uno en el Conurbano y otro en Salta) pero después fue denunciado por la ministra Sandra Pettovello a raíz de una serie de contrataciones de personal que figurarían como empelados de la cartera pero trabajarían políticamente para él.
El primero en denunciar la existencia de comida no entregada fue Juan Grabois, de UTEP y después el periodista Ari Lijalad formuló un pedido de acceso a la información que confirmó las existencias, lo que derivó en una intimación del juez Sebastián Casanello a distribuirla, que aún no se cumplió pese a que se anunció en lo haría el Ejército.
Pero De La Torre no le habría apuntado a esos dirigentes y no delegados suyos en la cartera sino, según dijeron a DIB en su entorno, a Leila Gianni, la actual jefe de Asuntos Legales de Pettovello. Gianni, quien fue (o es) pareja del Director Administrativo del ministerio cuando era conducido por Victoria Tolosa Paz, en el gobierno de Alberto Fernández.
En el entorno de De La Torre culpan a Gianni de frenar la entrega de alimentos como parte de una operación para volver a entregarle el manejo de la comida a las organizaciones sociales. En la trama que describen cerca del funcionario, fue Gianni quien, después de presionar a un funcionario para declarar contra De La Torre, filtró a lo medios una lista de personal contratado que sirvió de para denuncias posteriores. “Algunos de los denunciados estaban encargados de auditar los comedores fantasma”, dicen allegados a De La Torre.
De todos fue lo cierto es que fue Pettovello quien terminó denunciando a De La Torre ante la Oficina Anticorrupción luego de echarlo. El personal de incorporó a través de una serie de convenios firmados con la Organización de Estados Iberoamericanos, un organismo de cooperación con sede en España pero representación autónoma en Argentina. La sospecha es que parte de ese personal trabajaba directamente en la estructura política que responde a De La Torre y a su hermano, el senador bonaerense y exfuncionario de María Eugenia Vidal, Joaquín De LA Torres, que fue intendente de San Miguel.
La denuncia de Pettovello involucra a una gran cantidad de empleados y De La Torre no explicó aún si, más allá de las filtraciones, trabajan en el Ministerio o no, y en caso afirmativo en qué tareas. Tampoco quedó claro por qué la ministra apuntó contra él y no contra Gianni. Tampoco por qué lo responsabilizó explícitamente de la no entrega de los alimentos -una situación que primero fue negada y después tergiversada por funcionarios del Ejecutivo pero que terminó por comprobarse como cierta- al correrlo del cargo.
“La selección de perfiles corresponde exclusivamente a la Secretaría, mientras que la OEI se limita a ejecutar las decisiones y procedimientos”, señaló el organismo a través de un comunicado en el que buscó despegarse del escándalo.