Notable movimiento de patrullas hubo en la noche del domingo en Colonia Aurora, algo inusual dentro de la tranquilidad que goza una localidad con poco más de 8.500 habitantes. Las alertas se dispararon después de conocer que un vecino de 41 años fue apuñalado en una reunión de su congregación religiosa.
Todavía se investigan las circunstancias del homicidio que ocurrió cerca de las 22:15 de ayer, pero la rápida intervención policial y la colaboración de testigos dieron como resultado dos detenciones a pocas horas de lo sucedido. Los sospechosos de apuñalar a Juan Carlos Goularte son hermanos y asistían a la misma Iglesia que la víctima.
El Territorio pudo saber con fuentes conocedoras del caso que la seguidilla de hechos que desencadenaron en el ataque son por demás llamativas. Según precisaron las mismas voces, Goularte y los sindicados agresores, Agustín Waldemar (25) y Santiago (37), estaban reunidos junto a más personas después del culto.
Se hacía tarde y la víctima -notando el estado de ebriedad en el que estaba su amigo Agustín- se habría ofrecido a llevarlo a su casa a bordo del automóvil de éste, un Renault Clio. Pero se negó rotundamente, lo que derivó en un forcejeo por la conducción del vehículo.
Siguiendo lo aportado por los testigos, fue entonces que intervino el hombre de 37 años, y en un abrir y cerrar de ojos, desenvainó un cuchillo e hirió a Goularte en el pecho, por lo que perdió la vida en el acto. Consecuencia del forcejeo el hermano menor también sufrió lesiones en el brazo izquierdo, pero -atentos a lo ocurrido- los sospechosos huyeron del lugar.
Una denuncia a la Policía y datos certeros dieron con ambos a pocos kilómetros, a bordo del automóvil del padre de éstos. Por esto, el hombre de 66 años quedó supeditado a la causa por encubrimiento de homicidio, y permanece por estas horas en libertad.
Lo sucedido en Colonia Aurora inquietó notablemente a vecinos y familiares de la víctima, que hasta se organizaron para buscar “justicia por mano propia” contra los acusados de homicidio. Por lo que la intervención policial habría sido clave para arrestar a los hermanos y prevenir otras posibles tragedias: se espera que en el transcurso de la semana sean indagados y tengan posibilidad de declarar sobre la pelea.
Mientras avanzan las diligencias para reconstruir el hecho a cargo del Juzgado de Instrucción Dos de Oberá, la Dirección de Criminalística de la Policía ya tiene en su poder el Clio de la discusión. Sobre el vehículo se tomarán pericias a los fines de recabar demás elementos que contribuyan a esclarecer lo sucedido.
Fuente: El Terrritorio