Los salarios quedaron en 2023 casi 60 puntos detrás de la inflación, y en el arranque de este año el panorama parece perjudicar aún más a los asalariados, con rubros en los que aún no hubo ni una mínima recomposición porque el sector patronal dice que no sabe si estará en condiciones de abonar los sueldos existentes.
Esto explica que cada vez más trabajadores estén cayendo en la pobreza a pesar de tener un empleo en blanco. Los especialistas alertan sobre una “pauperización” que se agranda a medida que los índices de inflación se mantienen largamente en dos dígitos.
En enero la inflación arrojó 20,6%, y en diciembre había sido del 25,5%. Para febrero, la estimación es repetir el 20%, con los que los sueldos difícilmente puedan siquiera acompañar los niveles de ajuste, mientras la mayoría de los indicadores corre al 100% trimestral.
Esto deriva en que el 57% de la población ya esté en condiciones de pobreza medida por ingresos, según la Universidad Católica.
El índice general de salarios concluyó con un aumento de 152,7% en 2023, con lo que quedó muy rezagado respecto de un incremento anual de la inflación que alcanzó el 211,4%, según estadísticas oficiales.
Si se analiza su composición por sectores se puede ver que, como viene sucediendo en los últimos años, los trabajadores no registrados son los que se llevan la peor parte.
Este segmento tuvo un alza salarial de solo 115,3% en 2023, con lo que quedaron retrasados casi 100 puntos respecto de la inflación anual. Hay que tener en cuenta que los datos del sector informal tienen un rezago de seis meses.
El economista Jorge Colina, director del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa), confirmó que la situación más dramática la deben sobrellevar los trabajadores informales, que tuvieron en 2023 una caída real de su salario de 30%.
Encima, muchas empresas apuestan a contratar gente sólo bajo la modalidad de factureros, monotributistas que desarrollan tareas como empleados en blanco pero cobran presentando facturas, sin recibir aportes previsionales ni a obras sociales.
“Ya venían muy bajos, por lo cual están ganando en términos reales menos de la mitad de lo que ganaban en 2017. Esto da una idea de cómo en los últimos seis años el ingreso real ha venido cayendo. Esto ocurrió en todos los sectores, pero el de los no registrados tuvo un desplome mayor”, dijo Colina.
En lo que respecta a los asalariados formales, Colina señaló que tuvieron en 2023 una caída real de 15% en sus ingresos, lo que se suma a la pérdida de poder adquisitivo que ya venían arrastrando.
“Hay que tener en cuenta que en 2022 ya estaban 15% por debajo de 2017, que es cuando empieza esta crisis cambiaria que estamos viviendo”, explicó.
Por su parte, Nadin Argañaraz, director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), dijo que, si se considera la variación interanual real de los salarios, se aprecia una caída de 20,2% en el sector público, de 14,7% en el privado y de 31% en el privado no registrado (informal). “Este último es el que más pierde poder adquisitivo desde hace años”, alertó.
Si las cifras de diciembre y del año completo son desalentadoras, mucho más lo es el resultado del análisis comparativo que elaboró el Iaraf.
Allí se concluye que en los 72 meses que transcurrieron entre enero de 2018 y diciembre de 2023, los trabajadores privados formales perdieron el equivalente a 10,5 sueldos; los públicos, el equivalente a 12,4, y los informales, el equivalente a 19,1.
“Esto significa que, si bien los trabajadores privados formales cobraron 72 sueldos, respecto a 2017 fue equivalente a cobrar 62 sueldos (una pérdida promedio del 14,6%). En el caso de los públicos fue como cobrar 59 sueldos mensuales de 2017. Y, por último, en el caso de los trabajadores informales, fue equivalente a 53 sueldos de 2017″, precisó Argañaraz.
El analista financiero Christian Buteler dijo que el mejor sector, que es el privado registrado, tuvo 165,8% de aumento contra 211% de inflación, pero a los estatales les fue peor y a los informales, mucho peor. Creo que fue uno de los años en los que más cayó el ingreso por salario desde la vuelta de la democracia”.
La economista Guadalupe Birón, de la consultora Empiria, subrayó que, si bien hace años que el salario real cae, en 2023 se acentuó fuertemente la tendencia.
“Los salarios cierran con una caída real de 16,7%. La pérdida del sector privado fue de 14,7%, mientras que el sector público cerró el año con una caída del 20,2%”, detalló la especialista.
En el caso de los registrados, si se amplía la foto histórica, es necesario irse hasta 2002 para encontrar un índice peor, según surge del Ripte. El cuadro de la consultora 1816 fue publicado en la red X por Buteler, quien agregó como comentario: “¿Qué está barato en la Argentina? Los salarios, ¿alguna duda? Y estos son salarios de trabajadores privados estables, imaginen lo que es un monotributista o un informal”.
En lo que respecta específicamente a la variación de diciembre, Birón subrayó que los salarios aumentaron un 8,9% mensual, muy por debajo de la inflación, que fue de 25,5% en igual mes. “Fue un mal año para el sector registrado. A nivel mensual, marcó la mayor caída del salario real del año (-13,1%). Traccionada principalmente por el sector público (-15,9%), aunque también por el sector privado (-11,5%)”, detalló la economista.
En 2023, los salarios quedaron atrás en casi 60 puntos contra la inflación, según datos del Indec difundidos el viernes. Si bien el deterioro se fue dando a lo largo del año, la caída fue brutal en diciembre, porque los salarios subieron 8,9 por ciento –en línea con la variación experimentada a lo largo del segundo semestre- pero la inflación saltó a 25,5 por ciento con la llegada del nuevo Gobierno, las desregulaciones y la devaluación cambiaria.
Así, el nivel general de salarios perdió 16,6 por ciento en términos reales solo en el último mes del año. Este ajuste en los ingresos no encuentra parangón en los últimos treinta años, advierten especialistas.
Haciendo un zoom en el empleo registrado, la variación de los sueldos en el sector privado fue del 165,8 por ciento entre puntas en 2023, y la del empleo público, de 148,6 por ciento: lo cual da cuenta de un deterioro en términos reales de 45,6 y 62,8 puntos respectivamente.
Si se observa el empleo privado no registrado, el deterioro es aún peor, ya que la variación interanual fue del 115,3 por ciento en 2023, es decir, una pérdida real del 96,1 por ciento: casi a la mitad se redujo el poder de compra de los salarios de este segmento de la población.
Si se consideran las variaciones promedio a lo largo del año, los privados registrados perdieron 7,5 por ciento en términos reales, los empleados públicos 1 por ciento y los informales 43,1 por ciento. (N A)