Catalina Gutiérrez, la joven de 21 años que fue hallada muerta dentro de un auto en la ciudad de Córdoba, cursó el secundario en el Colegio 25 de Mayo, estudiaba la carrera de Arquitectura en la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) y vivía con su familia en el barrio Inaudi, en la zona sur de la capital provincial.
La chica tenía en su cuenta de la red social Instagram más de 84 mil seguidores donde mostraba toda su vida. En la plataforma difundía sus viajes a Buenos Aires, Rosario y Brasil, al tiempo que promocionaba fiestas y productos.
A su vez, subía fotos con sus amigos, de eventos sociales, junto a su perra Kimba, cantaba remixes de reggaetón, o diversos platos de comida.
Además, Catalina compartía su fanatismo hacia la cantante urbana María Becerra, quien se presentó en el estadio de River en marzo pasado. Hacía tiempo que había iniciado una cuenta regresiva para ir el show.
“Dios, no aguanto más la manija loco! Te amo, te amo, te amo. A romperla María Becerra. Necesito conocerte”, decía uno de sus twerts dedicados a la ex youtuber oriunda del partido bonaerense de Quilmes.
Por su parte, el padre de Catalina, Marcelo Gutiérrez, aseguró en declaraciones a un medio local que “jamás se hubiera imaginado vivir una situación como esta”, a la vez que se refirió al presunto femicida Daniel Aguilar: “Ese chico venía mil veces a mi casa, a comer, a cenar, lo ha invitado mi hija, en algunos momentos en la Facultad como amigos. No podemos entenderlo, el dolor me parte el alma”.
“Quiero justicia y que ese demente, porque no sé cómo llamar a esa persona, que se pudra en la cárcel. No se merece vivir en esta sociedad, es un enfermo mental”, añadió. N A