El policía no sufrió heridas porque los cortes producidos por el alcoholizado hombre solo afectaron su chaleco antibalas, de acuerdo a la información suministrada por la fuerza.
El hecho se registró en la noche del martes en una vivienda de calle 204 y 7 cuando el joven inició algunos reproches a su padre que acabaron con una agresión física, con puñetazos y patadas. Eran las 22 y el escándalo hizo que otros miembros de la familia y vecinos se comunicaran con la policía para pedir ayuda por lo cual a los pocos minutos arribó un móvil del Comando de Patrullas.
Los dos policías entrevistaron al padre, quien les confirmó que su hijo había bebido de más y se había puesto violento. Fue en ese instante en que el joven apareció con dos cuchillas de grandes dimensiones y pretendió atacar a su progenitor, pero uno de los policías se interpuso y se inició una pelea.
El agresor lanzó algunas puñaladas, una de ellas tan precisa al pecho que alcanzó el chaleco antibala y lo rajó, lo que motivó que el policía extrajera su arma reglamentaria y le efectuara un disparo en una pierna.
Ya herido, el joven identificado como Johnatan Correla (22) fue reducido y derivado al Hospital Interzonal General de Agudos (HIGA) para su atención. El fiscal Eduardo Amavet no dispuso ninguna medida restrictiva para el policía mientras que imputó al joven del delito de resistencia a la autoridad. En el transcurso de esta mañana quedó libre.