La Justicia de Mar del Plata investiga un hecho tan grave como sorprendente luego de que un hombre de 59 años denunciara que, en una casa vecina, donde se practican ceremonias umbandas, fue sedado y abusado sexualmente por una horda de asistentes.
El relato de la víctima no fue del todo claro tanto en la comisaría tercera como luego en la Comisaría de la Mujer y recién, la semana próxima, cuando estén en poder del fiscal Fernando Castro los informes médicos se le tomará declaración en Tribunales.
Las características que rodean al caso le confieren un especial interés dada su gravedad pero al mismo tiempo por estas horas existe prudencia en los investigadores a raíz de algunas contradicciones en la denuncia.
La historia se conoció el sábado en la comisaría tercera, hasta donde llegó un hombre que mostraba algún grado de conmoción o falta de lucidez. Se presentó en la guardia para denunciar una violación masiva de la que fue víctima. Si bien los policías lo escucharon con atención no pudieron iniciar las actuaciones correspondientes y le informaron que ese tipo de denuncias se recibían en la Comisaría de la Mujer.
Poco después el hombre se apareció en las dependencias de Juan B Justo y 20 de septiembre para narrar lo que, aseguró, le había sucedido en la tarde noche del jueves. Su primer relato sirvió para iniciar una instrucción penal preparatoria en la fiscalía N°1 a cargo de Castro y el hombre dijo que el jueves dos vecinas del barrio Cerrito y San Salvador lo invitaron a merendar. La bebida en la que sospecha que le agregaron algún somnífero o sedante fue mate con leche.
No fue mucho lo que recordó el hombre salvo que perdió el conocimiento y que al despertarse varias horas más tarde advirtió lo que le había sucedido. Fuertes dolores en sus partes bajas, en particular en su ano, lo llevaron a convencerse de que había sido víctima de una violación. Y que las personas que lo habían ultrajado eran entre 3 y 7 hombres.
También dijo en su reconstrucción algo fragmentada de los hechos que en esa vivienda se practica la religión umbanda y que es frecuente la realización de ceremonias.
En la Comisaría de la Mujer le tomaron la denuncia y lo comunicaron al fiscal Castro, quien ordenó una serie de medidas elementales parar iniciar la corroboración de los hechos narrados. Lo primero que solicitó fue un exhaustivo informe médico, pero hasta el momento no pudo ser llevado a cabo porque el denunciante se negó a que la revisación la efectuara una médica, según trascendió.
Se espera para la próxima semana algún tipo de avance que permita verificar la grave denuncia o bien desestimarla de manera definitiva.