Un curioso caso se resolvió en las últimas horas en Mar del Plata cuando encontraron a Nicolás Fondado, un hombre de 33 años que estaba desaparecido y fingió después su suicidio, escondido con una identidad falsa en un hotel en pleno centro de la ciudad balnearia.
No era la primera vez que Fondado desaparecía. De hecho, una fuente policial indicó al portal 0223 que en otra oportunidad también se había ido tras engañar a sus allegados “para obtener su dinero y apostarlo en diferentes juegos clandestinos”. El 17 de febrero pasado lo hizo de nuevo. Abandonó temprano su casa de Mar Chiquita, y a partir de las 16 de ese mismo jueves perdió todo contacto con su familia.
Le pedía a la gente sus ahorros y les decía que se los cambiaba por dólares a un precio más barato. Estafó a medio Coronel Vidal”, confirmó otra fuente. Su adicción al juego ya no era ningún misterio pero la Justicia nuevamente intervino en la averiguación de paradero.
Sin embargo, Fondado alteró su modus operandi esta vez y desconcertó a los investigadores simulando una escena de suicidio, aunque nunca estuvo en sus planes quitarse la vida.
Tal cual lo había planeado, los rescatistas, policías y bomberos que trabajaron en los rastrillajes encontraron su camioneta abandonada al costado de la ruta 11, con las llaves puestas y una carta escrita de puño y letra por Fondado en la que pedía perdón.
El broche de oro de la simulación fue una remera suya que dejó cuidadosamente tirada en los acantilados. Entonces ya nadie lo dudaba: todo apuntaba a que había tomado una decisión drástica para evadir las deudas que tenía.
“Hicimos un rapel a unos 1500 metros del vaciadero, hacia el lado norte. Descendieron cuatro rescatistas, dos en sentido norte y dos en sentido sur. Hicieron rastrillaje, siempre atentos al estado de las mareas”, explicaron los rescatistas. Pero todo fue en vano.
Finalmente, fueron los propios conocidos de Fondado los que pudieron rastrear su teléfono celular y aportaron datos precisos a los investigadores para determinar su ubicación: un hotel en pleno centro marplatense en el que se había registrado con una identidad falsa.