El productor agropecuario, Marcelo Llinás, falleció ayer a los 60 años, producto de un infarto masivo cuando se encontraba jugando al fútbol en la playa con amigos.
Su nombre, no pasa desapercibido en las páginas policiales de nuestra ciudad. En mayo de 2001, mató a su esposa, la profesora de arte, Claudia Iraola, de 37 años.
Esa noche el productor encontró a su mujer usando la computadora en el living, supuso que estaba chateando con otro y empezó con los reproches.
No era la primera pelea que tenían por situaciones de este tipo, pero Claudia decidió de repente que iba a ser la última. “¡Quiero el divorcio!”, le gritó a Llinás la maestra. Eran cerca de las 3 de la mañana y el golpe seco que le dio su marido la desmayó en el piso. La pareja ya no volvió a discutir, porque antes de que amaneciera fue Llinás el que le dio un cierre irreversible a esa relación.
Mientras ella estaba inconsciente trató de asfixiarla con una toalla, pero no lo consiguió. Metió su cuerpo en el baúl del auto y manejó hasta un bosque cercano a su casa dispuesto a terminar con lo que había empezado. Claudia todavía respiraba cuando la roció con combustible y la prendió fuego. Murió calcinada sin posibilidad de defenderse.
Entonces, no existía la figura del Femicidio, por lo que la estrategia del defensor oficial para esquivar la pena máxima fue plantear que Llinás había matado a su mujer sin intención y, además, bajo “emoción violenta”. El imputado terminó confesando el crimen.
Fue condenado a 22 años de prisión, pero, después de 12 años fue beneficiado por buena conducta y el régimen del “dos por uno” por lo que recuperó la libertad.
El año pasado, en el marco del 3 de junio “Ni una menos”, se nombró al espacio de muestras de Artes Visuales, de la escuela de Arte a Orillas del Quequén, como Claudia Iraola.
Entonces, se realizó una muestra “Des-Archivar” que expuso la obra de la artista quien egresó de esa institución y desarrolló una prolífica producción artística, además de ser docente de Artes Visuales. Fue la hija que ambos tenían en común la encargada de brindar unas palabras en el acto de inauguración.