El conflicto entre la Policía Bonaerense y la Provincia suma un nuevo capítulo luego de que trascienda que el Ministerio de Seguridad bonaerense avanza con la revisión y exoneración de alrededor de 1.100 efectivos que protagonizaron las revueltas y alzamientos en septiembre del año pasado en Casa de Gobierno y la Quinta de Olivos.

Hoy, el ministro Sergio Berni visitó Olavarría y ante la consulta sobre posibles nuevos alzamientos señaló que “No trabajamos con una bola de cristal para saber si puede o no volver a pasar. Pero puedo decir que aquellos policías que no entendieron que están en una institución donde el respeto es fundamental, en pocos días más van a ser exonerados de la Provincia”.

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Los efectivos dados de baja serían en principio 960, pero podrían llegar a un total de 1.100. Ese total se sumaría a los 400 retiros efectivizados en febrero de este año.

“Se pusieron fuera de la ley y se actúa según reglamento. También, en todos los casos actúa la Justicia”, afirmó a este medio un vocero del Ministerio de Seguridad. “Dentro de la ley, todo. Fuera de la ley, nada”, fueron las palabras de Kicillof en febrero, cuando volvió a correr el rumor de nuevas protestas.

La serie de reclamos en septiembre del año pasado tensó el hilo entre la Policía Bonaerense y la gestión provincial. Al ministro Berni, que hace gala de su liderazgo, la sublevación que lo dejó en el foco de las críticas. Su reacción fue avanzar con la investigación a través de Asuntos Internos.

Las principales protestas tuvieron que ver con la cuestión salarial, y un reclamo histórico: que se equipare su sueldo con el de la Policía Federal. Kicillof prometió avanzar, pero una vez desactivado el conflicto, advirtió que “va a llevar tiempo”. Desde la Provincia advierten que los reclamos ocultan un trasfondo político y cuestionan que no le hayan hecho el mismo reclamo a la gestión de María Eugenia Vidal.