Tras pasar 20 años en la cárcel, Ricardo Suárez, Oscar Echenique y Ricardo Anselmini hicieron el pedido a la Justicia mientras cumplen la cadena perpetua. “Pretenden salir 6 años y 7 meses antes”, denunció la familia de la menor.
Ricardo Suárez, Oscar Echenique y Ricardo Anselmini, los tres efectivos de la Policía Bonaerense que en 2002 fueron condenados a cadena perpetua por torturar, violar y asesinar a Natalia Melmann en un descampado en Miramar, exigen ahora a la Justicia que se les conceda el beneficio de la “libertad condicional”.
La presentación de los condenados fue dada a conocer por los familiares de la menor de 15 años, quienes se mostraron totalmente en contra de esta posibilidad. “Sus informes psiquiátricos son negativos. Nunca reconocieron su culpabilidad en este aberrante crimen. No se arrepintieron y por ello podrían volver a hacerlo”, advirtieron.
Para la familia de Melmann, los expolicías deben cumplir la “condena completa”: es que, en caso de que se les conceda el beneficio, podrían salir de la cárcel 6 años y 7 meses antes de lo previsto. Suárez, Echenique y Anselmini justificaron el pedido al haber cumplido ya 20 años en prisión. El Código, después de ese plazo, contempla la posibilidad que es fuertemente rechazada por el entorno de la joven miramarense.
Integrantes de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi) apoyaron el pedido en redes. “A pesar de los años, vemos como, cuando la violencia patriarcal y machista y la represión institucional se cruzan, se potencian y convierten a los femicidios de uniforme en la primera causa de muerte de mujeres a manos del aparato represivo estatal”. señalaron en la organización política, por otra parte.
En abril del año pasado, y con la representación legal de Patricia Perelló, Suárez, Echenique y Anselmini ya habían solicitado a la Justicia un pedido de excarcelación para acogarse a la posibilidad de una “prisión domiciliaria”. Finalmente, las autoridades lo rechazaron.
En 2002, el Tribunal Oral en lo Criminal 2 encontró culpables a los expolicías por los delitos de “privación ilegal de la libertad agravada, abuso sexual agravado y homicidio triplemente calificado por ensañamiento, alevosía, en concurso con dos o más personas para procurar su impunidad”.
Entre septiembre y octubre de ese año, el Tribunal Oral en lo Criminal 2 de Mar del Plata comprobó que Natalia fue “accedida carnalmente por vía vaginal, bucal y anal por varias personas”, y luego, “con el inequívoco propósito de procurar la impunidad de la agresión sexual, la víctima fue muerta por asfixia, estrangulada con un lazo confeccionado con el cordón de una de sus zapatillas”.
Los efectivos de la Policía Bonaerense fueron condenados a reclusión perpetua, aunque después la defensa apeló esta condena y se la redujo a prisión perpetua. Otro de los involucrados en el caso fue Gustavo Fernández, conocido como “El Gallo”, a quien la Justicia consideró como la persona que entregó a Melmann a los policías. Para él, debía purgar 25 años de cárcel y es el único de los imputados que ya se encuentra en libertad.
Tres de los cinco ADN hallados en el cuerpo de Natalia correspondían a los policías condenados, mientras que otro perfil tenía un 97% de coincidencia con el del efectivo Ricardo Panadero, pero fue sobreseído. El quinto ADN, aún hoy es un misterio a quién pertenece y la familia de la joven continúa reclamando que se investigue ese dato.
Fuente: 0223